Capítulo II
MARCO TEDRICO
Impacto de la Sección 936
del Código de Rentas Internas en el Desarrollo Económico de Puerto Rico
Historia de la Economía de Puerto Rico
Puerto Rico ha sido posesión de Estados
Unidos desde el año 1898. Es la cuarta isla más grande y más poblada de todo el
Caribe. Hasta el año 1940 la Isla había sido considerada una de las regiones
más pobres del mundo y dependiente exclusivamente de la agricultura y de las
cosechas de cana de azúcar, café y tabaco para su sostén económico. Su ingreso
por capita era aproximadamente $200 por año. La tasa de vida era de sólo 46
años y la tasa de mortalidad infantil era de 109 por cada 1,000 nacimientos.
Cincuenta años más tarde, Puerto Rico se ha
transformado. Aún cuando nuestras limitaciones geográficas y naturales
continúan siendo las mismas, nuestro recurso humano ha progresado. Con un
ingreso por capita cerca de los $4,000 anuales, Puerto Rico ha servido de
ejemplo a muchos países en vías de desarrollo. La tasa de mortalidad infantil
se ha reducido a 19
por cada 1,000 nacimientos, y la tasa de vida ha aumentado a los 74
años. Todos estos cambios sociales y económicos han sido el resultado de un
proceso continuo que ha evidenciado la creatividad humana dentro de nuestro
sistema de democracia y libre empresa.
Desde los 50's, Puerto Rico ha seguido una
estrategia de desarrollo económico que corresponde a dos elementos importantes:
primero, a la ley de incentivos contributivos de PR, la cual provee a las compañías
establecidas en la Isla a alivio contributivo local; y segundo, a las política
de impuestos federal hacia las inversiones de Estados Unidos en Puerto Rico: la
sección 936 ha sido critica en el proceso de industrialización de Puerto Rico.
La mayor parte de las inversiones de capital hechas en Puerto Rico corresponden
al sector manufacturero. Igualmente, el programa provee una porción
significativa de los activos en muchos de los bancos e instituciones
comerciales. Las compañías bajo la sección 936 retienen aproximadamente $5.5
billones los cuales son depositados en instituciones financieras operando en
Puerto Rico, y los cuales representan aproximadamente 40% de los depósitos
totales de los bancos comerciales de la Isla.39 Es decir, estos
depósitos forman una parte importante del sistema de liquidez en nuestros
bancos. La disponibilidad de estos fondos con un costo relativamente bajo hace
posible para nuestras instituciones financieras el prestar dinero a una tasa de
interés mucho mas baja que la establecida en el mercado.
El propósito fundamental de la sección 936 es
inducir a las firmas americanas a hacer inversiones directas en Puerto Rico.
Esto a su vez traerá suficientes empleos en la Isla. Bajo nuestro sistema
económico, podemos ver el desarrollo económico solo a través de la inversión de
capital privada. El papel del sector público esta limitado a la infraestructura
local la cual incluye la construcción de caminos, puertos, aeropuertos,
utilidades y facilidades de salud. Nuestro sistema debe atraer inversionistas.
Por eso el sistema fiscal de Puerto Rico ha permitido a través de las Actas de
Inversión de 1948 y 1974 y de la sección 931 la inversión privada en la Isla.
La sección 936 fue legislada en 1976, y antes
de ella en la Isla operaba la sección 931 (Revenue Act de 1921) del Código de
Rentas Internas. Esta sección fue legislada en 1921. Sin embargo, fue imposible
hacer use de esta sección durante los años 30 y la Segunda Guerra Mundial. Un
esfuerzo deliberado fue realizado para poder hacer use de la misma cuando
Puerto Rico proclamo su Acta de Incentivos Industriales. Bajo esta acta, las
firmas industriales quedaban exentas del pago de contribuciones sobre ingresos
en Puerto Rico por un periodo limitado de tiempo. La sección 931 de Rentas Internas
proveía para que cualquier corporación americana que derivara más del 80% del
ingreso bruto de fuentes dentro de las posesiones de los Estados Unidos, y más
del 50% de algún negocio o comercio activo llevado a cabo dentro de las
posesiones ya mencionadas por un periodo acumulativo de 3 años, estaría sujeto
solo a contribuciones sobre ingresos federales y en aquel ingreso recibido en
los Estados Unidos.40
Las empresas que reunían los requisitos eran
conocidas como "Corporaciones de las Posesiones". Para poder obtener
estos beneficios estas empresas eran organizadas como subsidiarias de empresas
norteamericanas que operaban en los Estados Unidos. Bajo esta ley, los
dividendos generados por estas corporaciones eran totalmente tributables. Pero
los accionistas norteamericanos mantenían ere dinero en el extranjero para no
pagar las contribuciones y solo lo repatriaban una vez la compañía quebraba y
así la sección 322 (actualmente 936) lo excluía del pago de contribuciones.
Esto dio Paso a la Reforma Contributiva del 1976.
La sección 931 trajo un impacto económico muy
importante para los años 60. Durante ere tiempo el ingreso por cápita de una
familia en Puerto Rico era de unos $296, comparado con unos $1,497.en toda la
nación. Una cuarta parte de la población apenas sabia leer y escribir.
Alrededor de un 40% de la población no tenia tuberías de agua y un 51% no tenía
servicio eléctrico. Existían apenas 16 teléfonos para casi 1,000 personas o un
solo teléfono para 63. A esto le añadimos una gran densidad poblacional y la
ausencia marcada de recursos naturales.
Esto entonces trajo la necesidad de
desarrollar oportunidades de empleo adecuadas para el gran crecimiento
poblacional y fuerza laboral. La creación de estos empleos requería de
inversiones sustanciosas en nuestros recursos de capital y de un compromiso
educativo para compensar la falta de nuestros recursos naturales. Sin embargo,
los bajos ingresos de las familias y las altar tasas de desempleo, no hacia
posible el financiamiento requerido para nuestros recursos en la Isla.
Otro factor limitante en la búsqueda por
mejorar el estilo de vida en Puerto Rico fue el pequeño tamaño económico del
mercado local.
Nuestra economía requería en aquel momento el
que se produjera tanto para el mercado local como para la exportación. Sin
embargo, esto era imposible dada la distancia tan grande con Estados Unidos
(aproximadamente 1,000 millas) y los costos de transportación tan altos. Fue
entonces cuando el pueblo de Puerto Rico, con la ayuda de Don Luis Muñoz Marín,
aceptan el reto y diseñan políticas y procedimientos para mejorar la situación
económica y social de la Isla durante los años de 1950 a 1973.
Los cambios ocurridos durante ese periodo
resultaron muy positivos. El Producto Nacional Bruto de la Isla aumento de $755
millones a $6,270 millones, lo cual a su vez produjo un aumento del ingreso por
capita por persona de $347 a $1,183. Durante ese mismo tiempo la población en
Puerto Rico aumento de 2,200,00 a 2,865,000. Como resultado de esto la fuerza
laboral crece de 684,000 a 858,000, mientras que los empleos aumentaron también
de 596,000 a 757,000. Las tasas de desempleo, sin embargo, permanecieron
prácticamente inalteradas, de un 12.9 a un 11.8 porciento.
Los programas de desarrollo industrial alteraron significativamente la estructura económica de la Isla. En los años entre 1950 y 1973 el empleo en el área de la agricultura disminuyo de un 35.9% a un 6.5% del empleo total, mientras que el empleo en la construcción , el comercio y otras actividades de servicio aumentaron desmesuradamente. Igualmente la Administración de Desarrollo Económico logro aumentar el ingreso neto de la manufactura de $89 millones a $1,543 millones o de un 14 a un 30 porciento del valor del producto durante ese periodo. Esto significo un gran esfuerzo por parte de Fomento y fue posible gracias a la sección 931.
Este nuevo desarrollo industrial en el área
manufacturera en la Isla significo un mayor comercio a intercambio con los
Estados Unidos. Esta integración se refleja en el aumento en el volumen de
exportaciones de Puerto Rico a la gran potencia americana. Estas llegaron a
aumentar aproximadamente de $24.4 millones (32%) en 1950 a unos $2,532 millones
(40%) en 1973. Esto represento un aumento de $350 millones a $3,471 millones
durante el mismo periodo.
Las condiciones económicas de la Isla
mejoraron por la amplia participaci6n del sector privado. El papel del sector
publico se observó inmediatamente en las mejoras a la infraestructura. Se
construyeron escuelas, hospitales, carreteras, puertos, aeropuertos, tuberías
de agua y de desague. A esto le añadimos el aumento en el movimiento de las
personas del área rural al área urbana en busca de trabajos en el sector
industrial. La demanda de trabajos creaba a su vez la necesidad de una mejor
educación técnica y universitaria. El numero de estudiantes matriculados en las
Universidades y Colegios aumento' en una razón de 6 durante los años 1950‑1973.
Esta expansión al área urbana trajo a su vez un aumento en la demanda por todo
tipo de utilidades, medios de transportación y de comunicación. La demanda por
servicios médicos también aumento significativamente y la tasa de vida creció
de 61 a 74 años.
Sin embargo, todo este progreso económico se
vio grandemente afectado por un aumento repentino en los precios del petróleo
en el 1974. Dado el caso de que en Puerto Rico casi toda la energía era suplida
por el petróleo importado de países extranjeros, esto represento un impacto
realmente negativo. Durante el período de 1974 a 1976 el precio del petróleo
aumentó en una tasa de casi 4 veces el precio normal. Fue esta la causa de lo
que se llamo casi una recesión en los Estados Unidos.
Este aumento en el precio del petróleo fue
responsable de que la tasa de empleo disminuyera de 775,000 en mayo de 1974 a
682,000 en enero de 1976, una perdida de 93,000 empleos o de un 8.8%. Para ese
mismo tiempo el sector manufacturero perdió alrededor de 18,000 trabajos y el
sector de la construcción más de 35,000. El numero de desempleados para 1976
había aumentado en un 75% en los Estados Unidos. Para ese mismo tiempo la tasa
de desempleo en Puerto Rico había aumentado de 12.6 a 22.0 porciento.
Todos estos factores mencionados, la baja en
el numero de empleos, el aumento en el desempleo, la reducción en los
estándares de vida y en la actividad de la construcción, llevo a que el
gobierno estableciera nuevas y confortantes políticas gubernamentales. Dado que
el desarrollo económico de la Isla dependía en su mayoría de la inversión en la
manufactura, la respuesta mas acertada era el proveer incentivos adicionales
para los inversionistas industriales. Sin embargo no se debe pasar por alto que
los otros sectores económicos también fueron importantes en esta transición.
Pero es el sector industrial el que encabezaba los esfuerzos para el
crecimiento económico. Los otros sectores lo siguieron como líder.
Es un hecho el que la economía total de la
Isla ha dependido en su mayoría del sector manufacturero. Al observar la
trayectoria que ha seguido la economía puertorriqueña desde la mitad de este
siglo, se nota que el patrón resulta ser el cambio. Las condiciones económicas
varían a través del tiempo en formas distintas, reflejando la ocurrencia de
cambios conyunturales y estructurales. Durante el periodo cambian los niveles
de ingresos y las condiciones de vida de la población, pero también cambian las
estructuras industriales y ocupacionales, el papel que desempeña el gobierno y
hasta la capacidad de la economía para crecer. 41
La economía de Puerto Rico logra su mayor capacidad para el crecimiento durante la década de los años sesenta, logrando tasas de crecimiento anual promedio de 6.8% en el valor de su Producto Bruto Real. Sin embargo, a partir de los años setenta esta capacidad se ve menguada y durante esa década la economía solo fue capaz de alcanzar una tasa anual de 3.7%. A la llegada de la década de los ochenta los problemas se agravan mas a causa de la situación conyuntural causada por la recesión en los Estados Unidos, logrando durante los primeros cinco años de la década una tasa de crecimiento anual promedio de solo 0.5%. Esto a pesar de la recuperación económica iniciada a fines de 1983. Aun en los dos últimos años de recuperación económica, 1986 y 1987, la capacidad de Puerto Rico para el crecimiento económico siguió siendo similar a la de la década de los setenta.
La economía de Puerto Rico a partir de los
años 70 se mostraba mucho menos dinámica que aquella durante el periodo de la
Gran Depresión de los años treinta.42 Es decir, la Isla continuaba enfrentando difíciles situaciones que la
llevaron a empezar a buscar nuevas alternativas para mejorar su economía y a su
vez poder combatir la alta tasa de desempleo experimentada por la fuerza
laboral. Se comenzó a estimular el sector manufacturero, pero la creación de
oportunidades de empleos en este sector requería planificación y mucha
iniciativa por parte del gobierno. Como paso inicial se creo en 1942 la
Compañía de "Fomento Industrial", seguida por la "Junta de Planificación"
y el "Banco Gubernamental de Fomento" como instrumentos necesarios
para la nueva y ardua labor que se proponían realizar. Esto unido a la
organización de varias corporaciones públicas para prestar servicios al pueblo.
El gobierno desarrollo una serie de fabricas
dedicadas a la producción de cemento, cristal, carbón, artículos de cuero y de
cerámica para acelerar el desarrollo industrial de la Isla. Sin embargo, no se
estaba cumpliendo con los propósitos establecidos y se decidió reenfocar el
programa vendiendo a la empresa privada las fabricas que operaban bajo sus
auspicios. Bajo estas circunstancias y con la decadencia de la agricultura se
comenzó un nuevo plan de desarrollo para Puerto Rico. Este estaba basado en la
inversión privada conocida como "Operación Manos a la Obra", en donde
la industria manufacturera sería la actividad principal para lograr disminuir
la tasa de desempleo y la pobreza extrema existente. Para alentar la inversión
privada se establecieron cuatro puntos importantes:
De esta forma la inversión privada fue
tomando auge en el desarrollo industrial de la Isla. Sin embargo seguíamos
enfrentados a la competencia en la atracci6n de fabricas desarrolladas por
otros países.
La capacidad para el crecimiento económico no
ha sido el único indicador que ha cambiado su comportamiento durante el
periodo. Cambios en la participación
porcentual del consumo personal, los gastos del gobierno y la inversión interna
bruta del capital fijo en el Producto Bruto de Puerto Rico también han sido
responsables en gran medida. Se ha observado que a partir de 1960 el consumo
personal mantiene una tendencia sostenida hacia el crecimiento, de manera que
en los últimos años su monto tiende a igualar o exceder al del Producto Bruto.
Los gastos del gobierno central y los municipios tienden a mostrar una
tendencia hacia el crecimiento desde 1950 hasta 1975.
La inversión interna bruta en capital fijo
tiende a crecer hasta principios de los años setenta para después seguir una
tendencia declinante. Hasta 1973 los gastos de consumo eran menores que el
ingreso personal disponible, pero a partir de 1976 la relación cambia y el
consumo comienza a exceder al ingreso disponible. El cambio en la relación del
consumo con el ingreso disponible coincide con el deterioro en la capacidad
para crecer de la economía local.
Poco a poco comienza a declinar la inversión
privada y a un ritmo mayor que la inversión total. Esta diferencia en
comportamiento entre la inversión privada y la total se debió a que el gobierno
trato de llenar el vacío que dejaba la reducción en la inversión privada
lográndolo así por algún tiempo, pero pronto fue evidente que no era posible
expandir sin limites la deuda publica. Esta reducción en la tasa de inversión
resulto ser en extremo seria para la economía de Puerto Rico, puesto que de
ella dependía su capacidad de crecimiento. Esto resulto también en una mayor
presión sobre el sector publico para proveerles estímulos a la economía
mientras crecía el desempleo y declinaba la tasa de participación.
Toda esta situación lleva a recalcar la
creciente importancia que adquiere el gobierno desde 1950 hasta 1975. Puede
inferirse que al disminuir la capacidad de crecimiento de la economía a
principios del año 70, el gobierno intenta cubrir el vacío a inyectarle cierto
dinamismo a la actividad económica. Sin embargo para mediados de esa misma
década se empieza a agotar su capacidad para incrementar su participación en la
economía, aunque su importancia relativa se mantiene lo suficientemente estable
durante la década de los 80's.
Los cambios en la trayectoria económica de Puerto Rico también reflejaron transformaciones en la estructura industrial de la Isla. Estas transformaciones pueden determinarse a través del análisis de la participación de los diferentes sectores en el Producto Interno Bruto y el Empleo Total. Un factor importante, y que ya mencionamos, fue la drástica reducción económica de la agricultura, mientras que la manufactura presentaba una tendencia hacia el crecimiento sostenido. El único otro sector que mostraba un patrón de expansión durante todo ese periodo lo fue el de finanzas, aunque su tasa de crecimiento en la participación en el Producto Interno Bruto fue mucho menor que en la manufactura. Las industrias de la construcción, transportación y otros servicios registraron crecimientos en su participación porcentual en el Producto Interno Bruto hasta inicios de los años 70. Sin embargo, estas tendencias dan un revés a su patrón, para mostrar una marcada disminución en sus proporciones relativas.
El comportamiento del sector manufacturero ha
sido y será estratégico para la economía puertorriqueña, ya que esta industria,
junto con las transferencias federales y el turismo, son los medios disponibles
para traer fondos del exterior sin ocasionar endeudamiento externo.43 Se ha encontrado que en la manufactura las
tasas de crecimiento no son lo suficientemente estables, a pesar de ser el
sector con mayor dinamismo en la economía del país. Si bien desde los años
cincuenta registraba una tendencia hacia el crecimiento, y su tasa de
incremento fue aumentando hasta fines de la década de los setenta, ya en la
década de los ochenta su tasa de crecimiento comienza a disminuir, lo que
imponía una restricción adicional a la capacidad de la economía local para
crecer.
Sin embargo, la capacidad que tenga una
industria para generar ingreso o producción no tiene que ser proporcional a su
capacidad para generar empleos, por lo que es pertinente considerar los cambios
que hayan ocurrido en la composición del empleo. Se encontró que en el caso de
la agricultura su participación en el empleo total siguió un patrón declinante
similar a su participación en el Producto Interno Bruto, aunque no a la misma
tasa. El sector financiero, por su parte, registro un crecimiento marcado en su
participación en el empleo total, al igual que el de los servicios, aunque este
último mostró una reducción en su participación porcentual en el Producto
Interno Bruto. En el caso del sector comercial, su participación en el empleo
total creció durante la década de los cincuenta, para después estabilizarse.
En la manufactura, por su parte, se redujo la
participación en el empleo total durante los años cincuenta, reflejando la
desaparición de la industria de la aguja en el hogar. Para los años 60, su
participación aumento para continuar un proceso de estabilización a partir de
finales de la década y en una proporción que fluctuó entre el 18% y 19% del
empleo total. Este patrón de crecimiento ocurre a la misma vez en su
participación en el Producto Interno Bruto, lo que resulto ser consistente con
un use más intensivo del capital en la manufactura. Esto reforzaba la idea de
que la economía local requería tasas crecientes de inversión. Sin embargo, su
capacidad para atraer fondos de inversión había estado menguando, lo que
planteaba un problema estructural limitante a su crecimiento.
Los cambios ocurridos en la estructura
laboral de la economía de Puerto Rico reflejaban que el empleo en las
industrias extractivas disminuía su participación en el empleo total, mientras
que en las industrias transformativas la participación aumentaba hasta 1970
para luego disminuir. Esto se debe a la crisis en la industria de la
construcción, toda vez que la participación de la manufactura en el empleo
total tendía a ser estable. Es importante destacar que la participación del
empleo orientado hacia el consumo mostraba una tendencia hacia el crecimiento a
través de todo el período. Si bien es cierto que los empleos generados en estas
industrias proveía para una ocupación laboral que era necesaria, ellas son
instrumentos eficientes para traer ingresos del exterior, los cuales son
requeridos en una economía regional para generar los estímulos necesarios para
su crecimiento.44
Según se menciono anteriormente, desde principios
de la década Puerto Rico registro una transformación en su estructura económica
que ocasiono una disminución en su capacidad para el crecimiento. Se observo
también que el sector publico trató de compensar por este cambio incrementando
su gasto y proveyendo más empleos dentro del sector. Por muchos años pudo
llevar a cabo este proceso, pero muy pronto vio limitada su habilidad para
ampliar sus actividades. Las finanzas publicas y la participación del gobierno
fueron entonces vitales respecto al Producto Bruto. Las principales fuentes de
ingresos gubernamentales fueron las contribuciones, las transferencias
federales al gobierno y la deuda publica.
Pudo observarse que de las dos fuentes de
ingresos, las contribuciones fueron las que registraron mayor estabilidad para
el crecimiento, pero su tasa de crecimiento fue la menor. Fue entonces cuando
el gobierno de Puerto Rico decide compensar la disminución en el crecimiento
económico en el sector privado recurriendo a la emisión de deuda como
instrumento para el financiamiento de la expansión de sus actividades a fines
de los años 60 y principios de los 70's.
Sin embargo, para mediados de los años
setenta se elimina la posibilidad de utilizar la emisión de deuda como
instrumento para financiar expansiones en la actividad gubernamental. Por otro
lado aumentan las transferencias federales a Puerto Rico. Para el 1970 las
transferencias federales al gobierno de Puerto Rico representaban el 5% del
Producto Bruto, mientras que ya para los años 80 habían aumentado a un 12 por
ciento. Fue este incremento en los fondos federales donados al gobierno local
el que permitió compensar en alguna manera las limitaciones en las otras
fuentes de financiamiento en la expansión de las actividades del sector público
puertorriqueño. Además, este aumento en las transferencias al gobierno estuvo
acompañado de un incremento sustancial en las transferencias federales a
individuos.
Para 1972 las transferencias federales a las
personas equivalía al 9% del consumo personal, mientras que para 1977 la
proporción aumento casi a un 20.4%. Si bien es cierto que estas transferencias
a individuos no sirven para financiar gastos gubernamentales, si tienen el
efecto de aumentar el ingreso personal disponible, disminuyendo así las
presiones sobre el sector publico local para que aumente sus servicios y
distribución de bienes.
Para los años 80 el panorama cambio
drásticamente. La tasa de crecimiento en las transferencias federales comenzó a
reducirse. Esta situación continuó por un tiempo indefinido lo que llevo a
indicar que este medio tampoco estaría disponible para financiar expansiones en
la actividad gubernamental. Dado que la deuda publica y las transferencias
federales solo fueron útiles a corto plazo, el único instrumento que quedaba
disponible era el de los impuestos, el cual fue necesario considerar. El
sistema contributivo previo a la reforma de 1987 era progresivo, por lo que su
tendencia fue aumentar la participación del sector público en la economía. Sin
embargo, el sistema tenía una serie de defectos que limitaban la eficiencia en
su funcionamiento.
Esta progresividad fue responsable de una
gran parte de estos defectos, ya que al ocurrir una inflación la carga
impositiva de los contribuyentes aumentaba aunque no variase su ingreso real.
Esto llevo a una demandas por alivios contributivos y a que se legislarán 14 de
estos alivios a individuos y 4 rebajas en los tipos tributarios entre 1975 y
1986. Esta acción creo una distorsión en la asignación de los recursos
productivos, además, que erosiono la base contributiva la cual ya de por si era
una ley complicada. Esto dificultó aún más su cumplimiento y la administración
de impuestos, facilitando así la evasión de los mismos.
Ante la reducción en la tasa de inversión, se
legislaron también 24 medidas dirigidas a proveer estímulos para la inversión a
través de tratos preferenciales específicos en la contribución sobre ingresos,
sin contar las enmiendas a la Ley de Incentivos Contributivos. Estas medidas
crearon por su parte distorsiones adicionales en la asignación de recursos,
erosionaron todavía más la base contributiva, crearon nuevas complejidades en
la ley y no pudieron medir su efectividad para estimular la inversión. Para
1987 se aprueba una reformas a las leyes de contribución sobre ingresos de
individuos, sociedades y corporaciones y a los arbitrios. Su principal
propósito fue ampliar la base contributiva, reducir los tipos impositivos, y
simplificar la administración de los impuestos para así controlar la evasión.
Este procedimiento tiene el efecto de
aumentar los ingresos fiscales en el corto plazo, pero no aumenta la tendencia
hacia el crecimiento en las recaudaciones. La reducción en los tipos contributivos
disminuye la tasa de crecimiento de las recaudaciones. Además la reforma
aumenta la participación de los arbitrios en los ingresos fiscales, pero la
elasticidad-ingreso de estos impuestos es inelástica, por lo que la tasa de
crecimiento de sus recaudaciones tenderá a ser menor que la de la economía.
Con el cambio de la década del sesenta al
setenta se torno evidente que la economía de Puerto Rico había registrado un
cambio estructural. La economía local no solo se había tornado más sensitiva a
los cambios en salarios y otros precios en la economía estadounidense, sino que
PR registraba una disminución en su capacidad para mantener las tasas previas
de crecimiento en la producción y el empleo.45 Para los años
setenta los problemas estructurales se agravan aún más por las condiciones
conyunturales de una recesión con inflación en los Estados Unidos y el aumento
en los precios mundiales del petróleo en 1974. Ante esta situación de reducción
en las tasas de crecimiento del ingreso y el empleo, el pueblo puertorriqueño
reacciona aumentando su actividad.
A fines de la época de los setenta y
comienzos de los ochenta ocurren también otras situaciones que agravaban la
situación para la economía de la Isla. Estos factores incluyeron la severa
recesi6n en la economía estadounidense, las altar tasas de interés real, la
inflación importada y los aumentos en el precio del petróleo. En los últimos
años el panorama cambio tornándose más favorable. La economía de Estados Unidos
entra en un periodo de prolongada recuperación, las tasas de interés comienzan
a bajar, los precios se mantienen estables con alzas moderadas y más aun, baja
el precio del petróleo.46
De esta manera Puerto Rico también comienza a
recuperarse económicamente. Aumenta el ingreso y el empleo y la economía local
registra una tasa de crecimiento anual promedio similar a la experimentada
durante la década de los setenta. Sin embargo, los problemas estructurales
continuaban presentes. Todos estos cambios experimentados por la Isla llevan a
un cambio sustancial de la sección 931 a la sección 936. Las diferencias entre
estas dos secciones fueron las siguientes:
(1) Cambios en los métodos y la visión de
la exención. Antes eran exentas del pago de contribuciones las empresas
establecidas en otros países. Ahora se tributa solo a Puerto Rico y a sus
posesiones.
(2) Exención en los dividendos repatriados
a la compañía matriz. Antes los dividendos generados no eran exentos y con
ello se aumentaron los eurodólares, ya que estos dividendos se mantenían en
bancos extranjeros hasta que la empresa se fuera a la quiebra y de esta manera
se repatriaban exentos. Con la sección 936, estos fondos podían ser
repatriados, y bajo ciertas circunstancias, totalmente libres de impuestos. Con
ello se ponían a trabajar en los Estados Unidos.
(3) El requisito de que las corporaciones
de las posesiones eligieran los beneficios por 10 años.
La sección 931 permitía que las corporaciones
operando con perdidas rindieran sus contribuciones junto con sus
compañías matrices o subsidiarias. En
períodos de ingresos, estas rendían solas y volvían a obtener los beneficios de
la
sección 931. Bajo la sección 936 la
corporación elige estos beneficios por 10 años irrevocablemente aunque pueda
retrasar su efectividad hasta que demuestre
ganancias.
Como puede observarse la sección 936 del
Código de Rentas Federal (conocida como el Sistema de Contribuciones para
Corporaciones en Posesión de EU) fue promulgada en un momento crucial para
Puerto Rico. En 1976 la economía de la Isla estaba poco a poco sobreponiéndose
de la primera recesión en la historia de la economía moderna de Puerto Rico, y
como si esto fuera poco parecía que carecía de la fortaleza para una
recuperación total. Toda la década de los 70 comenzó a visualizarse como un
periodo de recesión y estancamiento económico, una experiencia desconcertadora
para un país que había presentado altas tasas de crecimiento por casi tres
décadas.
Una mezcla de factores externos a internos estuvieron
presentes detrás de las dificultades que afectaron a la Isla.47 Entre estos factores externos podemos
mencionar una vez más los cambios repentinos en los precios del petróleo, y las
políticas desarrolladas en reacción a estos cambios en los Estados Unidos. El
aumento en el precio de la energía, y las políticas fiscales y monetarias
adoptadas por los Estados Unidos para poder manejar estos cambios en el
petróleo, se combinaron para producir una mezcla de alta inflación y lento
crecimiento que comenzó a ser conocido como "stagflation". Si no
tomamos en cuenta la historia de crecimiento económico en Puerto Rico, podría
decirse que la Isla no permaneció inmune ante este fenómeno.
Además de estos factores externos, en la Isla
se presentaron otras tendencias domesticas que contribuyeron en gran medida a
un pobre desempeño económico para el 1970. La estructura salarial relativamente
baja en la Isla, la cual fue uno de los pilares de la industrialización durante
sus primeras etapas, estaba experimentando un giro ascendente durante los años
60, posiblemente tratando de evadir la competitividad de la manufactura
orientada hacia la exportación. A1 mismo tiempo otros países en desarrollo en
Asia y Latino América comienzan a surgir como centros de manufactura más
baratos, por lo que las condiciones fueron las perfectas para un decaimiento
gradual de la mano de obra intensiva en la Isla. A medida que el aumento en la
mano de obra barata comenzaba a desaparecer, la habilidad de Puerto Rico para
atraer nuevas industrias y para mantener aquellas ya establecidas se hacia cada
vez mas dependiente de incentivos contributivos, locales y federales,
especialmente para las corporaciones americanas.
El énfasis tan marcado hacia la industria
petroquímica en las estrategias de industrialización local durante los años 60
y 70 también fue responsable de esta crisis, ya que este sector probo ser uno
bastante vulnerable a estos cambios en los precios del aceite. De esta manera,
consideraciones estrat6gicas internas ayudaron a disipar los efectos del
desarrollo internacional en el mercado petrolero. Fue en favor de esta
situación que la sección 936 fue promulgada, y no hay duda que tuvo un impacto
positivo y crucial en la economía local. Al esta ser un incentivo contributivo
poderoso, promovió el rápido crecimiento de alta tecnología y la alta
manufactura con capital intensivo en la Isla, especialmente en productos
químicos, instrumentos electrónicos y profesionales.
Este sector ha pasado a ser ahora el
esqueleto principal de la manufactura local, y la manufacture a su vez el
esqueleto de la economía local. En adición la sección 936 canalizo un flujo
masivo de fondos al sistema financiero local, en un momento en que la industria
banquera estaba experimentando una perdida en su liquidez. La crisis en la
construcción y en las industrial de bienes raíces durante la mitad de los 70, y
la debilidad general de la economía, habían afectado la calidad de los activos
en los bancos y la habilidad de las instituciones financieras para conseguir fondos.
Fue entonces que los llamados Tondos 936" proveyeron para un mayor flujo
en la liquidez y en un tiempo crucial para el sector financiero local.
Puerto Rico pudo haber enfrentado una crisis
económica aun mas seria en 1970 si no hubiese sido por la presencia de la
sección 936 en la Isla. Las transformaciones estructurales en la economía local
desde mediados de los 70, especialmente en la manufactura y las finanzas,
demuestra que el Puerto Rico de hoy ha sido moldeado en gran medida por la
sección 936. Quiere esto decir que este sistema de contribuciones para las
subsidiarias de corporaciones americanas en la Isla ha pasado a ser un rasgo
estructural de la economía de Puerto Rico.
La trayectoria real del Producto Nacional Bruto de Puerto Rico reflejaba que entre 1960 y 1970 su tasa anual era de un 7%, luego de haber experimentado una expansión anual de 5.6% durante los 20 años anteriores (esto medido en d6lares constantes en 1954). Esto represento el período de oro para la historia de la economía moderna de la Isla, sobre todo con la rápida industrialización obtenida con la Operación " Bootstrap", la cual produjo uno de los sucesos de mayor éxito para nuestro desarrollo económico. Sin embargo, para 1970, el PNB se redujo a un promedio anual de 3.4% y el país experimento la primera recesión para el año fiscal 1975. Durante los primeros cuatro años de los 70's, y antes de la recesión, el crecimiento había disminuido a una razón anual de 4.3%, indicando esto que la economía local estaba ya perdiendo su ímpetu después de la fuerte expansión de los 60.
Las severas limitaciones en la inversión
durante los años 70 fueron producto de la disminución tan marcada en las
operaciones en el sector de la construcción. Las inversiones en la construcción
se vieron afectadas grandemente después de la recesión de 1975, y el sector
volvió a experimentar otra caída durante la recesión de 1982 y 1983. Por el
contrario, la inversión en maquinaria y equipo estuvo un poco mas estable,
aunque su crecimiento fue lento y realmente se vio afectado por ella. La
debilidad de la industria manufacturera tradicional y la gradual desaparición
de la industria petroquímica fueron factores presentes detrás de las compras de
maquinaria y equipo. Debe destacarse entonces el hecho de que la llegada y la
expansión de las industrial manufactureras acogidas a la sección 936 durante
ese período fue un factor positivo para el apoyo a la inversión en la
maquinaria y equipo; en su ausencia, la inversión productiva en la Isla pudo
haber sido peor. 48
La manufactura, por su parte, ha sido uno de
los sectores que mas crecimiento sustancial ha experimentado en empleabilidad
en los pasados 17 años fiscales, y desde principios de los años 70 esta se ha
concentrado en alta tecnología y en actividades de capital intensivo promovidas
por la sección 936. Por su parte, la empleabilidad en la manufactura de labor
intensiva se mantuvo declinando. En 1987, las corporaciones 936 fueron
responsables de aproximadamente 75% de la empleabilidad en la manufactura en la
Isla. Los segmentos de la industria con alta tecnología fueron los que
permanecieron como los mas competitivos dada la estructura salarial de la Isla.
Igualmente eran los mas aptos para pagar altos salarios dada la participación
relativamente baja de sus costos de labor en la estructura total de costos.
En adición, el sector de la manufactura
proveyó para una empleabilidad de mejor calidad, ya que ofreció oportunidades a
la mano de obra local para adquirir destrezas con el valor necesario para
alcanzar los estándares de las economías mas avanzadas en el mundo. Quiere
decir que las compañías con altas tecnologías acogidas a la sección 936
reflejaron una transición de un ambiente caracterizado por bajos salarios y
destrezas tradicionales a uno caracterizado por destrezas avanzadas y una
fuerza laboral mejor pagada. Como un todo, la industria manufacturera
representa un 62.1 % del Ingreso Neto de la Isla, una de las tasas mas altas en
el mundo. Puerto Rico es eminentemente una economía manufacturera, y la sección
936 es actualmente el sostén del sector manufacturero.49
Una revisión de las tendencias económicas en Puerto Rico antes y después de la emisión de la sección 936 refleja varios aspectos cruciales:
• Una pérdida gradual en la competividad por
salarios llevando a una disminución en la manufactura orientada hacia la labor
intensiva.
• Un aumento en los incentives contributivos
para promover la inversión.
• Un aumento en la sensitividad hacia las
fluctuaciones económicas en los Estados Unidos y hacia los desarrollos
económicos externos.
• Una disminución marcada en la inversión
desde comienzos de los años 70, especialmente en la construcción.
• Una dependencia creciente hacia la
manufactura de alta tecnología para promover nuevas inversiones, generar
oportunidades de empleo, y para actuar como el sector líder, generando así
dinamismo en los otros sectores.
• Un cambio estructural como resultado de la
sección 936 que estuvo presente desde el ultimo periodo de los años 60 y que
amortiguo la crisis severa de los 70.
Resumimos el desarrollo económico de Puerto
Rico estableciendo que aun en el presente, las compañías acogidas a la 936 han
sido un elemento dinámico en la economía local, actuando como un factor determinante
entre una gran gama de problemas económicos; esto desde el nivel y calidad de
la empleabilidad hasta la disponibilidad de fondos para nuestro sistema
financiero local. Sin ella, nuestras metas de libre empresa y de inversión
privada no hubiesen sido totalmente posibles.
Tax Equity and Fiscal
Responsibility Act 1982 "TEFRA"
Tratamiento a los Intangibles:
Cuando hablamos de intangibles nos referimos
a las patentes, marcas registradas, nombres registrados, entre otros. Estos son
desarrollados por las corporaciones matrices en Estados Unidos y luego son
manufacturados en Puerto Rico. El costo incurrido en el desarrollo de estos es
deducible de la contribución por sus ingresos bajo las leyes federales. Antes
del 1982, no existía una política claramente definida con respecto a como
utilizar las ventajas contributivas de éstos.
La interpretación dada por las corporaciones
936 a la ley, les permitían que no tributaran por el desarrollo del intangible
en Estados Unidos y que tampoco tributaran por los ingresos generados para
manufacturar en Puerto Rico. Dado el caso que el beneficio resultaba duplicado,
el gobierno federal decidió acabar con esta practica y enmienda la sección 936.
Con esta enmienda se le añade la sección (h) al Código 936. Esta establece que
el ingreso por intangibles sea tributable por la compañía matriz. Además, que
los costos por su desarrollo puedan ser compartidos 50/50 ó que alguno de ellos
se cargue a la sección 936. Para ser elegible a estos beneficios se requiere:
(1) Que se demuestre que la corporación 936 incurrió en costos que no
sean por materiales o intereses, y que estos no sean menos del 25% del valor
añadido del nuevo producto.
(2) La corporación 936 incurrió en el 65% o más del total de mano de
obra directa durante el periodo contributivo. También esta enmienda establece
que el 65% del total del ingreso bruto sea producto de las actividades normales
de la corporación. Con esto se trata de limitar el beneficio por ingresos
pasivos.
La Reforma
Contributiva del 1986
Esta reforma básicamente hace más estrictos
los requisitos de ingresos pasivos y de las proporciones con respecto a los
intangibles de la reforma anterior. Aumenta la proporción de "Cost
Sharing", también los requisitos de gastos en los proyectos de Research
& Development (R&D) y el limite por ingresos pasivos se reduce de 35% a
25%. Además esta nueva reforma liberalizo las restricciones a los beneficios
por ingresos fuera del negocio si estos eran para financiar la construcción,
para la adquisición de nuevas empresas o para apoyar la iniciativa de la
"Cuenca del Caribe".
Acuerdos Contributivos Internacionales'
Muchas naciones industrializadas, incluyendo
a los Estados Unidos, hacen que los ingresos de sus ciudadanos que han sido
generados fuera del país sean tributables en ambos lugares. Sin embargo existen
tratados internacionales donde se libera a estas empresas del pago de
contribuciones en uno de los dos lugares, principalmente en su país de origen.
Casi todos los países industrializados
mantienen este tipo de convenio con mas de un país en desarrollo. Su propósito
es beneficiar y proteger a las empresas multinacionales domesticas. La única
nación industrializada del mundo que no mantiene este tipo de acuerdo es
Estados Unidos. Estudios realizados por Price Waterhouse revelan que estos
acuerdos existen en 5 de las naciones más desarrolladas del mundo. Estas son
Canadá, Francia, Japón, Alemania Occidental y El Reino Unido. Estas naciones
mantienen estos acuerdos con países en desarrollo como Brasil, India, Jamaica,
Malasia y Trinidad & Tobago. Los Estados Unidos, por su parte, no tienen
este tipo de acuerdo con ningún país del mundo. Este solo lo mantiene desde el
1948 bajo la sección 936 del Código de Rentas Internas con Puerto Rico y demás
posesiones. Esta política norteamericana ha creado un desbalance competitivo
entre sus multinacionales y las de los demás países industrializados.
Fondos 936
En la actualidad, y como será explicado
posteriormente, los "Fondos 936" representan sobre 10 billones de dólares
depositados en instituciones financieras comerciales, banca de inversión y el
Banco Gubernamental de Puerto Rico. Estos fondos constituyen los depósitos de
las ganancias generadas en Puerto Rico por Compañías 936.
Los "Fondos 936" están exentos del
pago de contribución federal del Código de Rentas Internas y del pago parcial
de contribuciones en Puerto Rico bajo la Ley de Incentivos Contributivos. El
ingreso pasivo, el cual es generado por concepto de la inversión de los Tondos
936" en ciertas actividades designadas y/o los intereses devengados por el
deposito de 936, están exentos de contribución federal siempre y cuando no
exceda el 25% del total de ingresos derivados de fuentes en Puerto Rico; esto a
partir de la Ley de Reforma Contributiva Federal de 1986, aprobada el 22 de
octubre.
Al repatriar estos fondos para la
distribución de dividendos se pagaría o no el "Toll Gate Tax" (10%),
o una porción del mismo dependiendo del tipo de negociación que haga la empresa
936 con el Comisionado de Inversión en Puerto Rico. Este impuesto adicional es
atribuido por las ganancias que remiten las subsidiarias a sus casas matrices.
Como resultado de los incentivos de exención contributiva anteriormente
mencionados y por el hecho de que los inversionistas a otras partes interesadas
puedan utilizar estos fondos a una tasa de interés de 1 a 2% por debajo de la
tasa prevaleciente en el mercado, es atractivo para las Compañías 936 el
depositar o invertir sus ganancias en. "Fondos 936" en las diferentes
instituciones financieras de Puerto Rico.
Los proyectos a realizarse con fondos 936
deberán estar localizados en los países del Caribe que hayan firmado y
ratificado el Acuerdo de Intercambio de Información Fiscal (TIEA, por sus
siglas en ingles) con el gobierno de Estados Unidos. El TIEA constituye una
obligación reciproca de intercambio de información dirigido a asegurar el
cumplimiento de las leyes contributivas. Por su parte los inversionistas pueden
ser de cualquier nacionalidad, siempre y cuando los proyectos estén localizados
en uno de los países beneficiarios de la Cuenca del Caribe (ICC) que haya
firmado y ratificado el TIEA con Estados Unidos como ya se ha mencionado.
Es necesario entonces destacar la relación
tan importante que existe entre la Cuenca del Caribe y la sección 936. Esto es
así ya que el éxito económico de la sección 936 y la manufactura en Puerto Rico
dependen del desarrollo de nuevas estrategias. Son estas estrategias las que
nos garantizan un nivel de productividad y desarrollo más amplio. Recordemos
que el establecimiento de una empresa depende ante todo de su éxito económico.
Si Puerto Rico lograra mejorar su competitividad a nivel mundial, mejores serán
nuestras posibilidades de desarrollo económico.
Con la 936 y la Cuenca del Caribe, Puerto
Rico lograría expandir sus fronteras económicas. Esto es un punto de apoyo para
lograr ser eje impulsador del crecimiento de muchos países del Caribe. La
Iniciativa de la Cuenca del Caribe le garantiza a muchas empresas en Puerto
Rico unos costos de manufactura mucho más bajos que los que tendrían sin estas
operaciones. Tenemos que observar que Puerto Rico es una potencia industrial en
el Caribe y su desarrollo a nivel mundial depende de que logremos expandir
nuestros conocimientos. Esta expansión de conocimientos también incluyen el
compartir nuestras experiencias.
Los "Fondos 936" pueden utilizarse
para proyectos de desarrollo o para inversiones en activos comerciales (como
las expansiones de negocios). Los proyectos elegibles incluyen tanto
operaciones complementarias con Puerto Rico como proyectos independientes en
cualquier país elegible bajo la ICC. Los proyectos independientes son aquellos
localizados en países participantes del Programa de la ICC y que no están
relacionados ni afectan adversamente la economía de Puerto Rico. Por su parte,
los proyectos complementarios son aquellos que se establecen entre un país
participante del Programa de la ICC y Puerto Rico, generando empleos
permanentes significativos en ambos lugares. Las instituciones financieras
privadas pueden financiar tanto proyectos independientes como proyectos
complementarios con Tondos 936". El Banco Gubernamental de Fomento para
Puerto Rico, por ley, solo puede financiar proyectos complementarios.
Sin embargo, estos proyectos deberán tener un
impacto neutral o positivo en la economía de Puerto Rico y un impacto positivo
en los países participantes del Programa de la ICC. Esto será evaluado por la
Administración de Fomento Económico. Los proyectos en el Caribe deben ser económicamente
viables y con unos niveles de riesgo aceptables. Deberán también ser
garantizados mediante una carta de crédito de un banco comercial, por una
garantía corporativa de una Compañía solvente, por una garantía de una
organización multilateral o gubernamental extranjera, y por una garantía de una
compañía aseguradora. La viabilidad se evalúa a través de una propuesta
financiera del proyecto la cual debe incluir una descripción detallada del
proyecto, beneficios económicos para el país, cantidad de empleos directos o
indirectos a ser creados, estructura financiera, garantías de crédito, desglose
del use de los fondos, carta de endoso del gobierno del país donde se usaran
los fondos y cualquier otra información relevante.
Finalmente se requiere un endoso del
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para asegurar que el préstamo
cumple con los reglamentos y políticas federales sobre el financiamiento con
"Fondos 936".50 Funcionarios de Fomento
tienen a su cargo la responsabilidad de facilitar este proceso.
Puntos sobre la Sección 936
La razón de ser de la sección 936 del Código
de Rentas Internas Federal, establecido como "El Crédito Contributivo en
las Posesiones", ofrece incentivos contributivos a las compañías
norteamericanas para estimular tanto las inversiones en el sector de la
manufactura como la creación de empleos en Puerto Rico y en otras posesiones de
los Estados Unidos. En particular, contempla créditos en contribuciones
federales sobre ingresos respecto a ingresos procedentes de aquellas
actividades que cualifiquen en estos lugares.
Para ser una empresa elegible, esta tiene que
ser una corporación domestica que derive el 80% ó más de su ingreso bruto en
estos territorios. Estos territorios incluyen a Puerto Rico, Islas Vírgenes,
Samoa Americana, Guam a Islas Marianas. Todas estas posesiones o territorios
son elegibles para participar en la sección 936 del Código de Rentas Internas
de Estados Unidos. Además, por lo menos el 76% de esos ingresos deben provenir
de una conducta activa de negocio en estos lugares. Con esto se refiere al
mercadeo de productos o a la manufactura de estos por parte de las compañías
relacionadas a la Sección 936.
Hay otras restricciones para cualificar como
empresa "936". Esto corresponde a que el Congreso de los Estados
Unidos ha reducido la cantidad máxima de fondos 936 que pueden retenerse en
Puerto Rico. En 1982, la cantidad de intereses que las empresas podían devengar
para mantener su clasificación "936" se redujo de 50% a un 35% del
total del ingreso bruto. En 1986, la limitación en ingreso pasivo se redujo
nuevamente a un 25%.
La Ley de Reforma Contributiva Federal de
1986, establece que para que una corporación 936 pueda recibir ingreso en los
Estados Unidos, estos deberán ser recibidos de compañías no relacionadas. La
transferencia de intangibles a la corporación matriz esta regulada por el
método de costos compartidos. Según la ley federal hay dos (2) métodos
permisibles para poder asegurar a su compañía matriz parte de los ingresos que
reciben de los intangibles:
(1) El primer método es conocido como costo
compartido ("Cost Sharing"). En este los ingresos se asignan entre la
subsidiaria y la compañía matriz de acuerdo con la proporción de costos de la
Investigación y Desarrollo (R&D) del producto incurrido por cada una de
ellas.
(2) El segundo método es conocido como ganancias divididas ("Profit‑Split"). En este método la mitad del ingreso proveniente de los intangibles se asigna a la subsidiaria y la otra mitad se asigna a la compañía matriz.
Otro requisito dentro de la reforma se conoce
como el "Alternative Minimun Tax". Este asume que la corporación 936
queda exenta del pago de esa contribución. Para poder acogerse a esto los
dividendos pagados a la corporación matriz se incluirán dentro del "book
income reference" de dicha compañía para determinar si esta va a estar
sujeta a un tax mínimo adicional (10%). 51
A base de los requisitos de los fondos la ley
establece que estos fondos privados serán invertidos sólo en inversiones sólidas
de proyectos con riesgos razonables. Existe un impuesto de repatriación que se
cobra a base del nivel de inversión de las compañías en Puerto Rico. Este se
establece tomando en consideración el nivel de inversión en Puerto Rico.
Mientras mas bajo sea este nivel mayor será el impuesto cobrado. Sin embargo,
el máximo de este impuesto será un 10%.
El Servicio de Rentas Internas Federal (IRS
en ingles) ha estado evaluando desde 1986, año en que se aprobó la Reforma
Contributiva, el reglamento que rige los métodos que tienen las Compañías 936
para contabilizar sus ganancias. No será hasta este año que se tendrá listo el
nuevo reglamento. Para esa misma fecha concluirá el periodo con que han contado
las compañías por los últimos cinco (5) años para ajustarse a una de las nuevas
alternativas. Una de ellas es la de "Profit‑Split" (mencionada
anteriormente) y en la que se dividen las ganancias que resultan de las ventas
de los productos hechos en Puerto Rico en partes casi iguales. La otra es la
regla general "Dole Rule", en donde se determina el costo de
producción en Puerto Rico y se le carga una ganancia fija.
Es precisamente para las industrias que
repartían sus ganancias a base del método "Cost Sharing" donde se
anticipan los mayores problemas. Las compañías tendrán que probar al Servicio
de Rentas Internas Federal que localmente realizan la mayor parte de los
procesos de manufactura si quieren continuar reportando sus ganancias
utilizando el "Cost Sharing". Si no lo prueban, la mayor parte de las
ganancias serán repatriadas a Estados Unidos, en donde tendrán que pagar
contribuciones federales. Actualmente, para acogerse a la exención contributiva
otorgada por la sección 936 del CRI no más del 25% de las ganancias de una
compañía pueden ser derivadas de intereses, dividendos a otra clase de ingresos
pasivos. Con la nueva enmienda ese máximo se reducirá gradualmente al 15%.
Las compañías son elegibles para acogerse al
beneficio de la sección 936 por 10 años. Al transcurrir estos 10 años la
compañía puede renovar automáticamente sus beneficios por otros 10 años,
siempre que se mantenga como una corporación domestica. Desde que entró en
vigor la Ley Federal de Reforma Contributiva de 1987, se enmendó la sección 936
y se incluyo su utilidad para el Caribe. Se estableció que los intereses de
prestamos otorgados a países bajo el "Programa de Iniciativa de la Cuenca
del Caribe", sean elegibles para el crédito contributivo que otorga la
sección 936.
Podemos observar que los requisitos
primordiales para acogerse a la sección 936 se refieren al origen de la
compañía. Todos los demás requisitos son puramente económicos, es decir, todos
emergen de un conjunto de restricciones económicas que regular las operaciones
de estas empresas. Si se deja a un lado el porque se crean y para que se crean,
estas compañías se encuentran en la actualidad sumamente reglamentadas. Estas
compañías están siendo evaluadas por instituciones locales y federales en todo
momento.
¿Como se Afectara Puerto
Rico con la Perdida de la Sección 936?
Desde fines de los años cuarenta Puerto Rico
ha dependido de incentivos contributivos para propulsar su economía. Hoy en día
gran parte de la economía de Puerto Rico depende de la sección 936. Al perderse
esta sección, se eliminarían alrededor de 164,000 empleos en un período de
cinco años, lo cual duplicaría la tasa actual de desempleo en la Isla, que
actualmente representa un 15%. A tal tasa, cerca de la mitad de los recién
desempleados abandonarían Puerto Rico. Dado que nuestra Isla no es un centro de
mano de obra barata ya que los sueldos de Estados Unidos hacen que sea muy cara
al compararse con el resto del Caribe, un numero menor de empleos seria
desastroso y nos veríamos limitados para poder competir con países en vías de
desarrollo en el Caribe, Latinoamérica y Asia.
Por su parte, la manufactura, que es el
sector que esta siendo objeto de nuestro estudio y el cual a su vez es el mayor
de la economía puertorriqueña, se vería afectado en sus inversiones. También se
afectarían más de 6 billones de dólares en depósitos 936 que se han hecho en la
Isla a través de instituciones financieras. Esto es equivalente a un 29% de
todos los depósitos de los bancos de Puerto Rico. Sin la sección 936, casi todo
ese dinero se invertiría en otro lugar. Por tal razón las inversiones privadas,
salarios y los ingresos disponibles para el puertorriqueño se verán reducidos.
El presupuesto que pagan las Compañías 936
representan el 13..1 % de todos los ingresos por contribuciones. Sin la sección
936 casi el 60% de estos ingresos se eliminaría en un periodo de cinco (5)
años. En fin, el Producto Nacional Bruto Real de la Isla se reduciría en los 5
años subsiguientes, y Puerto Rico sufriría la peor de sus recesiones.52
La perdida de la 936 pondría en peligro a más
del 20% de los empleos directos a indirectos relacionados a la manufactura. Se
perderían los depósitos 936 en el Banco Gubernamental de Fomento, el efecto en
la banca seria devastador y aumentaría el financiamiento de los bancos de 2 a 3
puntos en sus costos. De igual forma aumentaría el costo de financiamiento para
autos, hipotecas y construcción y bajaría la demanda por los bonos. A esto le
añadimos las ganancias corporativas y sus inversiones. En resumen, bajaría el
ingreso a la vez que subirían los costos. Nuestro estándar de vida daría un
giro muy drástico.
¿Por Que se Desea Eliminar la Sección 936?
El tema de la eliminación total de la sección 936 ha sido motivo de preocupación para muchos puertorriqueños. Sin embargo seria necesario evaluar las razones por las cuales el Congreso esta analizando de cerca esa alternativa. Una de las razones corresponde al inmenso déficit federal, que impide el crecimiento de la economía americana y que contribuye a mantener los intereses altos. Por esta presión el Congreso esta considerando formas de reducir la enorme carga ya sea a través de recortes o por medio de un aumento en recaudaciones. En esta categoría caería la exención contributiva bajo la sección 936.
Otra razón corresponde a las constantes criticas
del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. En sus informes anuales de
costo beneficios del programas 936, estos reportan que los costos han sido de
2 a 3 veces mayores que los beneficios o salarios que se han obtenido de estas
Compañías 936. Pero hay una gran interrogante sobre la veracidad de estos
informes, ya que son muy pocos los beneficios que se han recibido.53 La realidad es
otra.
Actualmente existe un grado de alerta por parte del Departamento del Tesoro ante la posible eliminación total de la sección 936 para el año 1997. La propuesta destaca el reemplazar el sistema actual de cr6dito a base del salario mínimo que las compañías pagan; ese crédito salarial comenzaría en 80% hasta ser reducido a "0" en 1998. De ahí en adelante se eliminaría la exención contributiva totalmente.
Años contributivos comenzando en:
1994 1995 1996 1997 1998 |
**************************************** **************************************** **************************************** **************************************** **************************************** |
Porcentaje 80 60 40 20 0 |
Para salvar la sección 936 el gobierno de
Puerto. Rico desea lograr el objetivo de que no se toque la 936 y que de alguna
manera se pueda financiar la creación de plantas gemelas en países de la
"Cuenca del Caribe", creando así ganancias a las 936 y a su vez
ayudando al desarrollo de países del exterior.
Beneficios de la Sección 936 para Puerto Rico
Podemos resumir señalando una vez más lo favorable
que ha sido esta sección para Puerto Rico. El crecimiento económico a
industrial de la Isla ha dependido en gran parte de la ubicación de la sección
936. Como parte de los beneficios que esta sección nos ha traído podemos
mencionar los siguientes:
* En el año 1950 menos del 15% de los ingresos netos de la Isla
provenían del sector de la manufactura. Actualmente equivale a un 62%.54
* El empleo en el sector manufacturero aument6 de 55,000 trabajos a más
de 157,000.55
* Puerto Rico supera a los 50 estados en la participación de la
manufactura en el Producto Interno Bruto.56
* En la actualidad las compañías cubiertas por la 936 emplean el 72% de
todos los trabajadores en el sector de la manufactura. Esto incluye los 100,00
empleos directos y cerca de 200,000 a través de toda la Isla.57
El éxito de la sección 936 es evidente cuando Puerto Rico se compara con los demás países vecinos por las siguientes razones:
* A pesar de que Puerto Rico tiene la mayor población en el Caribe y pocos recursos naturales, las inversiones del sector privado han hecho posible que tengamos un nivel de vida superior al que tienen los países vecinos.
*El sueldo de la industria puertorriqueña es 10 veces mayor que el de
la Republica Dominicana y 4 veces mayor que el de México.58
*El Producto Interno Bruto ha crecido a un ritmo que es dos veces mayor
que el de la Republica Dominicana y diez veces mayor que el de Jamaica.59
*Ha habido un impacto positivo en el sector financiero ya que el 29%
del total de los dep6sitos en bancos de Puerto Rico pertenecen a "Fondos
936".
*El aumento de los empleos ha sido más del 50% a partir de 1956: de
596,000 a más de 900,000.
*E1 Producto Nacional Bruto se ha incrementado considerablemente de 3.7 billones de dólares en el 1950 a más de 20 billones de dólares en la actualidad.
*Las importaciones y exportaciones en la Isla ascendieron a más de 25
billones de dólares, lo cual representa una tasa mayor que la de las islas del
Caribe en conjunto.
El crecimiento económico de Puerto Rico ha
mejorado a su vez la situación social de la Isla. Los avances en el cuidado
medico y la alimentación han alargado la expectativa de vida a casi todos los
niveles, el alfabetismo ha aumentado en un 90% aproximadamente y el porcentaje
de jóvenes universitarios se ha duplicado en las ultimas décadas. El suministro
de vivienda también ha mejorado y la Isla ha adquirido una infraestructura
moderna.
Todo esto se suma a que nuestra Isla es el
décimo comprador de exportaciones estadounidenses, adquiriendo más de nueve (9)
billones de dólares al año en bienes y servicios originados en los Estados
Unidos. Puerto Rico le sigue inmediatamente a Francia como importadora de
bienes y servicios de los Estados Unidos. El gobierno de Puerto Rico calcula
que la mercancía que la Isla compra actualmente a los Estados Unidos ha
contribuido a crear 150,000 empleos en la nación norteamericana.
Impacto de la Sección 936 del CRT en la Estructura
Financiera de las Empresas Manufactureras de Puerto Rico
Desde los años 60, los bancos comerciales en
Puerto Rico habían estado enfrentando una disminución en la tasa de crecimiento
de sus depósitos, lo cual evidentemente afectaba su capacidad como prestamista.
Después de 1976, la llegada de los depósitos de la 936 ayudaron a mantener el crecimiento
total de los depósitos, lo cual representaba por si misma una contribución
sustancial a la economía local. En 27 años, a partir de 1960, los depósitos a
bancos comerciales crecieron a una razón anual de 14%, con los depósitos
privados aumentando a casi el doble (14.7%) de aquellos en el sector publico
(7.5%). Sin embargo, el crecimiento no fue parejo durante ese periodo. De
hecho, la expansión de estos dep6sitos privados se redujo significativamente
durante 1960 y 1970.
De un crecimiento promedio anual de 16.1 % de
1963 a 1976, el crecimiento de estos depósitos disminuyó a un 12.6% anual desde
el 1973 hasta el 1977. Los depósitos públicos no mostraban un patrón muy claro,
pero al ser un componente pequeño del total no afectaban la tendencia general.
Sin embargo, a partir de la sección 936, el crecimiento de estos depósitos
volvió a aumentar para los años entre 1978 y 1982, aunque todavía
verdaderamente por debajo de las tasas de crecimiento observadas a principios
de los años 60. Para este tiempo los depósitos privados no asociados a la 936
experimentaban un crecimiento anual relativamente bajo, mientras que los
depósitos 936 aumentaban a una tasa anual de 20.1 % en promedio . De 1983 a
1987 la tasa de crecimiento anual decayó una vez mas, reflejando esto los
efectos de una división en la ruta de los fondos de la 936 después de su flujo
inicial.
Al final del año fiscal 1987, los bancos
comerciales privados gozaban de aproximadamente $18.3 billones en depósitos, de
los cuales un 96% correspondían a depósitos privados. Los fondos depositados
por las corporaciones 936 sumaban alrededor de $6.9 billones, lo que
representaba un 38% de todos los depósitos y un 39% de los dep6sitos privados.
Sin la presencia de la sección 936 hubiese sido difícil para los bancos
comerciales privados el extender crédito en las cantidades que realmente fueron
observadas a mediados de los años 70, aún dada la baja en crecimiento de los
depósitos que no correspondían a las 936. La razón total de prestamos y
descuentos a depósitos no correspondientes a las 936 excedían al 100% en cuatro
de los siete años próximos a 1976, y en otros 4 años durante ese periodo la
tasa fue de sobre 90%. Esto indicaba claramente que los fondos no
correspondientes a la sección 936 no podían por si mismos sostener el
crecimiento del portafolio de prestamos bancarios observados en 1977.
La verdadera razón para la escasez de fondos
para prestamos en los bancos comerciales en Puerto Rico antes de la sección 936
fue disfrazada con el hecho de que los bancos locales usualmente vendían las
acciones de prestamos originados localmente a los bancos del continente. Esta
practica capacitaba al sistema bancario de la Isla a originar prestamos que
estos no podían sostener con depósitos locales, pero que implicaban unos costos
de fondos relativamente altos para los bancos y para los prestatarios finales
en Puerto Rico. Con la aparición de la 936 esta practica se hizo rara y fue
sólo utilizada cuando consideraciones comerciales requerían un grado de o
riesgo.
Un estudio del Banco de Desarrollo
Gubernamental (GDB, por sus siglas en ingles) en 1985 indicaba que $3,731
millones de los fondos directos recibidos por los bancos comerciales hasta
marzo de 1985 pasaban a formar parte de prestamos comerciales, industriales y
agrícolas, representando de esta manera un 86% del total de prestamos en los
bancos comerciales en esa categoría y un 45% de la actividad elegible. La parte
restante pasaba a prestamos hipotecarios (14.4%), responsabilidades gubernamentales
(22.8%) y otras actividades elegibles (17.9%). Para febrero de 1988, la
participación de los prestamos comerciales en la actividad elegible era de un
51 % y el balance sin cobrar alcanzaba los $4.5 billones. El financiamiento
total de la actividad elegible para febrero de 1988 llegaba a unos $9.4
billones, 56.6% mas que los $6 billones en depósitos directos de la 936 a los
bancos comerciales.
Otro efecto importante de los fondos 936 fue
el reducir el costo del crédito en Puerto Rico. De acuerdo a los datos
reportados por los bancos comerciales al Comisionado de Instituciones
Financieras, la tasa promedio cargada por prestamos comerciales Para Agosto de
1988 estaba 12 puntos por debajo de la tasa principal de los Estados Unidos, lo
cual sugería el hecho de que el crédito en las actividades locales productivas
era relativamente barato dada la disponibilidad de los depósitos de la 936.
Durante ese mismo mes, los bancos federales de ahorro que recibieron fondos 936
se encontraban 4 puntos por debajo de la tasa principal Para los prestamos de
la misma categoría. Este estudio del GDE en 1985 señalaba de igual manera que
para marzo de ese año los cuatro bancos más grandes en la Isla estaban 59
puntos por debajo de la tasa principal en prestamos comerciales, industriales,
agrícolas y de construcción. Esto es contrario a la tasa Para prestamos durante
marzo de 1975 y antes de la sección 936, donde reflejaba 346 puntos por encima
de la tasa principal de Estados Unidos. Este cambio result6 en ahorros anuales
de alrededor de $87,350 Para los clientes del banco.
Los servicios financieros provistos por los
bancos comerciales son esenciales Para las operaciones y el desarrollo
económico de Puerto Rico. La contribución del sector bancario a la actividad
económica radica mayormente en su impacto directo en los agregados
macroeconómicos fundamentales, como lo son la producción y la empleabilidad, y
en sus servicios de apoyo a los otros sectores de la economía.60 Estudios de la estructura económica de
Puerto Rico indican que el financiamiento de los bancos comerciales representa
un recurso importante Para muchos sectores productivos, particularmente Para el
de comercio, servicio, gobierno, y Para algunas áreas de la manufactura. Los .
gastos de los consumidores representaban otra variable que demuestra los
fuertes lazos de unión con las operaciones bancarias comerciales.
Por su parte los datos de consumo-rendimiento para 1984 señalaban que el sector financiero tenia fuertes lazos de unión con ]as actividades del sector de servicios. Esto corresponde a una representación considerable del capital local, el cual tenia un impacto significativo en la empleabilidad e ingresos de la Isla. Una reducción en la capacidad de los bancos como prestamistas, por ejemplo si se perdieran los depósitos de las 936, resultaría en un conjunto de efectos negativos para los sectores manufactureros importantes para la economía local.
Todo estos datos reflejan que los fondos 936
llegaron a la Isla cuando los bancos se encontraban frente a una disminución en
su tasa de crecimiento en los depósitos, lo cual afectaba grandemente su
capacidad para prestar. La razón para que los depósitos totales se mantuvieran
tan próximos a las tasas históricas se debió exclusivamente al flujo masivo de
depósitos 936, los cuales representaban una contribución considerada de estos a
la economía local. El total de prestamos y descuentos por bancos comerciales
privados alcanzo los $9.8 billones para el 30 de junio de 1987, habiendo esta
aumentado a una tasa anual de 12.4% en los 27 años después de 1960. Durante el
periodo total en estos 27 años, los prestamos comerciales a industriales fueron
los más grandes en su categoría. Esto sumó a unos $3.9 billones en 1987, para
casi 40% del total de prestamos y descuentos.
El patrón de crecimiento del total de
prestamos y descuentos desde 1960 ha sido similar al del total de los
depósitos. Se experimento un crecimiento lento en los 5 años comprendidos entre
1973 y 1977 y entre 1978 y 1982, con unas tasas anuales de 12.5% y 7.1 %, respectivamente.
La primera parte de este período corresponde a la primera recesión en la
historia económica de Puerto Rico, mientras que el segundo periodo incluye el
primer año de la recesión de 1982‑1983 y algunos de los años con tasas de
interés relativamente altas.
La recuperación económica y la expansión que
ha estado en progreso desde 1984 esta' por detrás del aumento en el crecimiento
de los prestamos a una tasa anual de 8.4% entre 1983 y 1987. Pudo observarse
que existía una variabilidad considerable en el crecimiento de los prestamos
industriales y comerciales, con tasas anuales que iban desde un 17.7% durante
1968-1972 a una tasa baja de 8% durante 1978-1982.
Los préstamos para Bienes Raíces alcanzaron
un alto crecimiento durante los años entre 1960-1962, mientras que para 1978-1982
se vieron afectados por un estancamiento ya que la industria local de la
construcción se encontraba en medio de una crisis. Estos prestamos comienzan a
crecer a un mejor ritmo, aunque por debajo de las tasas históricas, cuando la
Isla empieza a recuperarse de la recesión de 1982 y 1983.
Cambios drásticos tuvieron lugar en los
prestamos para la agricultura, los cuales disminuyeron de un 7.5% en 1960 a
menos de 1 % para 1987. Esta reducción correspondía al decaimiento de la
agricultura en Puerto Rico una vez comenzado el programa de industrialización
en la Isla. En estos últimos años el Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha
comenzado a desarrollar programas de revitalización para este sector, y la
demanda por pr6stamos para la agricultura aumentará en el futuro como resultado
de esto. Datos recientes han indicado que los prestamos agrícolas aumentaron en
un 32.2% entre junio de 1987 y junio de 1988, lo que refleja el crecimiento más
alto en esta categoría de prestamos durante ese periodo.
Los préstamos para los individuos también
aumentaron de un 27% para 1960 a un 39.7% en 1987, uno de los crecimientos más
grandes durante ese periodo. Entre 1960 y 1976, la participación de estos
prestamos en relación al total, había disminuido, mientras que los prestamos
para Bienes Raíces casi habían doblado su crecimiento. Sin embargo, los
prestamos para individuos ganaron una participación mayor durante 1961 y 1987,
mientras que los de Bienes Raíces regresaron al nivel de los años 60. Quiere
esto decir que la ganancia neta en la participación de los prestamos a
individuos sobre un periodo de más de 27 años surge como consecuencia de los
prestamos agrícolas, industriales y comerciales.
Para la segunda mitad del año 1987 y hasta
1988 la Isla reflejo un aumento significativo en sus prestamos. Este
crecimiento general, al igual que la distribución de crecimiento entre varias
categorías de prestamos, presentaba una fuerte expansión en la economía local
para los años fiscales de 1987 y 1988. Los prestamos totales aumentaron en un
11 % en los doce meses a partir de junio de 1987 a junio de 1988, y luego
volvieron a aumentar en un 1.4% adicional para septiembre de 1988. Entre las
categorías de prestamos con mayor crecimiento se encontraban los de la
agricultura y la construcción. El aumento en los prestamos para la agricultura
fue particularmente positivo ya que la participación de estos préstamos en el
portafolio total había disminuidos décadas. Sin embargo, las otras categorías
que mostraron un crecimiento fuerte durante el periodo fueron las asociadas al
sector de servicios, la transportación, comunicaciones y minerías.
Los depósitos siguieron un patrón diferente,
disminuyendo en un 11.6% durante el periodo a partir de junio de 1987 basta junio
de 1988. Los depósitos a tiempo de las corporaciones 936 durante ese periodo
decayeron en un 4.3 %, para un total de $6.6 billones. En la Isla se registro
también una marcada reducción en los depósitos regulares a tiempo. Por el
contrario, los depósitos de demanda y los depósitos de ahorros aumentaron en un
4.5% y 5.12% respectivamente. Dado el crecimiento de los prestamos y la
reducción en los depósitos durante ese periodo, la tasa total de prestamos a
los fondos no correspondientes a la 936 aumento a un 87.3% para junio de 1988.
Las instituciones financieras autorizadas a
recibir depósitos 936 en Puerto Rico estaban sujetas a una serie de
regulaciones que gobernaban el use de tales fondos. El Comisionado de
Instituciones Financieras era el responsable de promulgar y reforzar aquellas
reglas aplicables a la Isla. Estas regulaciones intentaban alcanzar el logro de
varios objetivos, siendo el más importante la canalización de estos fondos a
actividades locales productivas. Estas reglas iban encaminadas a promover la
inversión productiva en las posesiones de Estados Unidos en la Isla y a la
definici6n de aquellas actividades elegibles para las cuales estos fondos
serían canalizados. De igual manera, estas reglas establecían los limites y los
requisitos mínimos para aquellas actividades elegibles.
La creación de este requisito mínimo estaba
muy ligado a la tasa de activos y pasivos, a imponía un requisito mayor a
aquellas instituciones donde esta razón era más baja, esto con un limite
superior de 125% de los fondos 936 que aplican. Sin embargo, ninguna
institución debía tener un requisito mínimo de menos de 100%. En otras
palabras; cada dólar de los depósitos de la 936 debía parear con por lo menos
cada dólar de la inversión de la actividad elegible. Estas regulaciones
facilitaban a las instituciones financieras el asumir una posición activista en
su búsqueda de prestatarios cualificados y en mantener los costos de los fondos
936 relativamente bajos. Más aun, estas regulaciones fueron muy efectivas en
canalizar los depósitos 936 a la actividad productiva.
El sector publico de Puerto Rico fue el
segundo grupo en beneficiarse de este financiamiento apoyado por los fondos
936. Esto lo demuestra el hecho de que 20% de la actividad elegible para
febrero de 1988 fue el resultado de las inversiones y/o prestamos al Gobierno
de Puerto Rico, sus agencias a instrumentalidades. Esto redujo el costo de los
prestamos gubernamentales y ayudo a mejorar el crédito del Estado Libre
Asociado prevaleciente en los mercados financieros del continente, esto a su
vez apoyando la inversión en los proyectos de desarrollo económico.
La banca comercial ha sido uno de los
sectores de mayor crecimiento en la economía local, lo cual a su vez refleja un
fuerte crecimiento en la demanda por servicios bancarios a medida que la
economía en general se expande. Desde 1980, el ingreso neto en este sector ha
aumentado a una tasa anual de 14%, mas del doble del 6.1 % del crecimiento
anual en el ingreso neto de la economía total. Como resultado, el ingreso neto
de este sector cuenta para un 2.5% del ingreso neto total del año fiscal 1987 y
hasta un 1.5% para el año fiscal de 1980.
El hecho de que el rendimiento de los
servicios bancarios ha ido creciendo a un ritmo más rápido que la economía en
general, es un indicador de los lazos de unión que existen entre este sector y
la estructura económica de la Isla. A medida que la producción aumenta, los
niveles de actividad en crecimiento en las áreas claves de la economía generan
una demanda por financiamiento que produce más que un aumento proporcionado en
la actividad bancaria. Como resultado de esto una insuficiencia en la liquidez
del sistema bancario local puede retrasar el crecimiento y desarrollo de
ciertas áreas de la industria local.
Una forma de destacar la importancia del
financiamiento como un apoyo a la producción en los diferentes sectores de la
economía local es utilizando los coeficientes de insumo‑rendimiento
relacionado a la producción de servicios financieros con el valor de
rendimiento en varias actividades. El sistema bancario produce servicios
financieros intermedios, y estos son usados por otras actividades como insumos,
de la misma forma que algunas industrias manufactureras utilizan productos
finales de la agricultura como insumos intermedios en su propia producción.
Aunque los depósitos 936 en los bancos
comerciales representaban las inversiones más grandes de tales fondos de las
corporaciones 936, cantidades sustanciales también han sido llevadas a otros
segmentos del sistema financiero. Estos son los ahorros, bancos prestamistas y
casas de corretaje. En adición, las corporaciones 936 han invertido grandes
cantidades de fondos para el financiamiento de hipotecas originadas en Puerto
Rico.
La distribución de todos estos fondos en el
sistema financiero, y la inversión directa por las corporaciones han extendido
los beneficios de los fondos 936 a través de nuestra economía local, apoyando
el desarrollo de una amplia gama de actividades financieras y permitiendo un
nivel mayor de operaciones por parte de estas instituciones.61 Para Mayo de
1988, el sistema financiero local tenia $10.6 billones de fondos 936, de los
cuales $6.4 billones estaban depositados en bancos comerciales, $1.9 billones
estaban en ahorros y bancos prestamistas, y $2.4 billones en casas de
corretaje. Para esa misma fecha se estimaba que las corporaciones habían
invertido más de $2 billones directamente, es decir, sin ningún intermediario
financiero.
Por el contrario, para 1983 los fondos fueron destinados en su mayoría a bancos comerciales. A1 final de ese año, los bancos tenían alrededor de $4.9 billones en depósitos del total de $5.7 billones, mientras que las casas de corretaje retenían solo $800 millones y los bancos prestamistas no tenían ninguna participación en el mercado. Esta tendencia lograba una mejor distribución de los depósitos a través del sistema financiero ampliando los efectos positivos de los fondos 936 en la economía local.
El crecimiento y diversificación del mercado
de fondos 936 ha llevado al desarrollo de formas innovadoras para financiar la
actividad productiva en Puerto Rico. Un ejemplo reciente lo fue la creación de
un fondo especial para los prestamos de la agricultura, los cuales canalizaban
más de $250 millones para los agricultores en Puerto Rico. Esto a través del
Banco de Crédito Agrícola de Baltimore. Esto representaba la primera
demostración de una agencia federal directamente sobre el mercado local de la
936.
Podemos resumir señalando lo siguiente:
* Desde la proclamación de la sección 936 en 1976, las actividades
manufactureras y financieras han dado vida a
la industria local y al mercado de capital, los cuales a su vez son el
esqueleto para las actividades de inversión que benefician a la Isla y a la
Cuenca del Caribe.
* La sección 936 ha acelerado el desarrollo de la manufactura de alta
tecnología en Puerto Rico; esto en el preciso momento en que los costos de
labor aumentaban y en el que otros factores se encontraban deteriorando el
margen de competitividad de la manufactura de labor intensiva tradicional.
*Los $15 billones que las corporaciones 936 han invertido en la Isla
representan la fuente de capital más valiosa para Puerto Rico y han desempeñado
un papel crucial en el desarrollo de un sistema financiero sofisticado y moderno.
*Los fondos invertidos por las corporaciones 936 han sido cruciales en
el apoyo de la estabilidad social de los programas del sector publico y han
provisto una fuente de financiamiento con un costo relativamente bajo para la
inversión del gobierno en proyectos orientados al desarrollo.
*Los análisis de costos‑beneficios sobre la operación de la
sección 936 indican que los beneficios de Puerto Rico son sustancialmente
mayores que los costos para el Tesoro de los Estados Unidos, por lo que esta
sección es un instrumento con un costo efectivo para promover el desarrollo
económico en la Isla.
* Los bancos locales estaban experimentando una reducción en su
crecimiento de dep6sitos antes de la llegada de la sección 936; la aparición de
los fondos 936 permitieron una recuperación parcial en el crecimiento de estos
depósitos.
* Los depósitos de corporaciones no acogidas a la sección 936 hubiesen
sido insuficientes para responder por todos los prestamos y descuentos
comerciales según lo realmente observado en 1976. No hubiese sido del todo
posible el desarrollo de nuestra industria manufacturera.
* Además de la manufactura, otras actividades en los servicios y en el
comercio estaban fuertemente relacionadas a los servicios intermediarios
financieros.
* El nivel de desarrollo económico presente y futuro depende
crucialmente de la estabilidad de la sección 936 en la Isla.
Impacto de la Desaparición de la Sección 936 en el Desarrollo Manufacturero
de Puerto Rico
La importancia de la sección 936 del Código de
Rentas Internas en la manufactura y la importancia de la manufactura en la
economía de Puerto Rico no son independientes una de la otra. No podemos dejar
de afirmar que el éxito de la economía en la Isla depende en gran medida del
sector de la manufactura.
El incentivo federal unido a la exenci6n
contributiva parcial que ofrece Puerto Rico es un poderoso instrumento de
desarrollo para la Isla. De 1927 firmas manufactureras funcionando en Puerto
Rico en 1989, 521 eran compañías 936. De unos 150,000 empleos en el sector
manufacturero, más de 100,000 corresponden directamente a empresas 936. Entre
ellas hay empresas de manufactura de ropa, alimentos, medicamentos,
computadoras, productos electrónicos, electromecánicos y otros. Gran parte de
la actividad económica de Puerto Rico es resultado de las actividades que
generan a inducen las compañías 936. Según datos del censo de manufactura y la
Junta de Planificación de Puerto Rico, uno de cada dos empleos en el sector
privado, (que a su vez representa cerca de 300,000 empleos) es generado por las
936 establecidas en la Isla.
El sector manufacturero es el primer
generador de otros empleos en Puerto Rico. Las cifras de exportación muestran
que el sector de la manufactura es la fuente primaria de empleos finales o
básicos en la Isla. Los incentivos bajo las exenciones del gobierno local
combinados con la sección 936 son un elemento crucial y el principal atractivo
para el desarrollo de industrias extranjeras. Estas a su vez han facilitado el
desarrollo de industrias locales que le provean materiales y productos que
originalmente eran importados a la Isla. Estos programas de incentivos han ido
dirigidos a la creación de empleos en el sector de la manufactura.
Desde el año 1990, un aparente caos se ha apoderado del desarrollo industrial en Puerto Rico. Han ocurrido 81 cierres de fabricas que han dejado sin empleo a 2,104 personas aproximadamente, mientras que por otra parte la posible perdida de las 936 continua siendo la amenaza para la implantación de industrias extranjeras. Es aquí donde concentramos nuestra atención: ¿Que podría implicar la eliminación de lo que ha representado el principal atractivo para el desarrollo de industrias extranjeras y, en especial, para el sector manufacturero en la Isla? Esto considerando que este sector ha aportado un 62% del Producto Neto al país, lo que representa un elemento económico de gran trascendencia.
El aumento en costos de producción esta
afectando considerablemente el establecimiento de nuevas industrias en el país,
especialmente cuando existen otras jurisdicciones que mantienen programas de
mayor atractivo para nuevas inversiones como lo son Singapur, Irlanda, y otros
países Asiáticos y del Caribe. La situación empeora porque productos creados a
mas bajos precios entran al mercado puertorriqueño y compiten con los nuestros,
cuya producción resulta ser una más costosa.62
A través de nuestro estudio se pretenden
considerar medidas drásticas donde se acelere el esfuerzo por mejorar la competitividad,
del sector industrial puertorriqueño, logrando así la transición de una visión
localista a una globalista. Se deben promover más herramientas a nuestras
industrias para que puedan desarrollarse y competir más allá del mercado local.
Para cumplir con estas expectativas se tomaran en cuenta como parte de nuestra
investigación aquellas alternativas que harán posible mantener una ventaja
competitiva.
Podríamos considerar la coordinación de adiestramientos
y seminarios, y la promoción de programas de educación continuada que
contribuyan a fomentar el crecimiento profesional de nuestros
"asociados". La gerencia deberá también considerar el adquirir
técnicas tales como "Just-in-Time", Controles Estadísticos de
Procesos y Controles de Calidad, nuevas estrategias gerenciales encaminadas a
incrementar la eficiencia de su personal y la creación de estrategias
innovadoras de mercadeo. Haremos referencia a las estrategias consideradas en
nuestro estudio.
Cuando hablamos de la técnica "Just –in-Time"
nos transportamos al mundo japonés y a su revolución en el campo industrial. El
concepto de un sistema de producción ideal es lo que comúnmente se conoce como
"Just-in-Time", donde se enfatiza el producir exactamente lo que se
necesita cuando se requiere.63 Esto, logrando
la meta de cero inventarios. Dado que convertir un material crudo a un producto
terminado no es una conversión instantánea, debemos establecer un sistema que
permita transformar el sistema corriente de producción al ideal. Es entonces
que adoptamos la filosofía de "Just-in-Time". Los objetivos de esta
tecnología son los siguientes:
(1)
Producir lo que el cliente espera.
(2)
Producir al ritmo que los clientes desean.
(3)
Producir con calidad.
(4) Producir
instantáneamente - cero "lead time" innecesario.
(5) Producir sin pérdida de labor, material o
equipo - cada movimiento con un propósito para evitar inventario estacionario.
(6) Producir con
métodos que permitan el desarrollo de la gente.
Los procesos de "Just-in-Time" envuelven 5 procesos básicos:
(1) Automatización flexible:
tiempos de "set-up" cortos.
Esto envuelve el que la planta sea capaz de intercambiar rápido de un
producto a otro, dentro de la capacidad para la cual el equipo esta diseñado o
modificado. El propósito es reducir el tiempo de "set‑up".
(2) Demanda del mercado +
flexibilidad = lotes pequeños.
Esto es, producir a base de la demanda del mercado y sin inventario. Se
refiere a hacer partes y productos en cantidades pequeñas. Es hacer lo que se
necesita hoy y nada más. Solo un conjunto de partes es requerida para que una
unidad pueda ser ensamblada. Entonces el tamaño ideal de lotes es uno.
(3) Desarrollar el proceso
de manufactura para hacerlo bien desde la primera vez: cero defectos.
Para lograr el flujo de partes en lotes pequeños, la calidad que
resulta de cada operación deberá ser una excelente. Para esto debe enfatizarse
el alcanzar un control del proceso de manera que cualquier defecto pueda ser
detectado y corregido. Esto constituye un esfuerzo continuo para reducir la
variación en cualquier parte del proceso operacional, de forma que se
establezca un sistema libre de errores.
(4) Reducir las operaciones
al mínimo necesario (tiempo, labor, equipo, material).
El objetivo es eliminar actividades innecesarias y complejas; es mover
el material directamente de su estado existente a su estado final de manera que
cada transferencia añada valor. El concepto busca un balance entre equipo y
operaciones. En el principio se mejora la operación, luego el equipo y las
facilidades.
(5) Cero inventario: logrado
por la gente.
Un sistema que este íntimamente ligado a cero inventarios requiere de
un equipo de trabajo diestro y desarrollado en un periodo de tiempo. El sistema
requiere trabajo y control de grupo donde cada miembro conozca a cabalidad lo
que realizara.
Todos estos objetivos llevaran a la
construcción de productos en cantidades similares, estandarizándose así el
trabajo a través de un buen flujo. Lo importante será el producir aquellos
bienes necesitados por los consumidores de una manera económica, rápida y
segura.
Las relaciones humanas han visualizado
recientemente el conocimiento y el orgullo de los empleados de línea como uno
de los mas valiosos recursos para controlar y mejorar la calidad y
productividad. Por eso no se debería pasar por alto que estos procesos de
control de calidad son útiles sólo en la búsqueda de la excelencia en la
calidad de los productos sino también por el valor del trabajo humano envuelto
en estos procesos.
Una nueva tendencia en relación a los
procesos de Control de Calidad surge en el mercado como resultado de la nueva
visión global. Se trata de ISO 9000: "Un Estándar Universal de
Calidad". ISO 9000, un conjunto de 5 estándares internacionales
establecidos por la Comunidad Europea, identifica aquellos requisitos para los sistemas
de calidad en las organizaciones.64 Estos estándares
no van dirigidos a las especificaciones técnicas de los productos sino a los
sistemas que producen los productos, proveyendo la seguridad de que estos
productos reunirán de forma consistente la calidad que los compradores esperan.
ISO 9000 constituye un sistema de estándares
genéricos porque aplican a todos los productos a industrias. El primer
estándar, ISO 9000, va enfocado a como usar los demás estándares del sistema;
ISO 9001, 9002 & 9003 son estándares de calidad que especifican los modelos
de sistemas de calidad que deberán ser utilizados en diferentes situaciones;
ISO 9004 provee una guía de planificación a implantación para los gerentes
productores de servicios y productos. De todos ellos, ISO 9001 presenta el
enfoque más amplio ya que incluye diseño, producción, instalación y servicio.
Podemos resumir diciendo que ISO 9000 abarca
lo siguiente: reponsabilidad gerencial, sistemas de calidad, revisión de los
contratos, control de la documentación, compras, control de procesos,
inspección y prueba, control de diseño, acción correctiva, manejo,
almacenamiento, empaque y entrega, informes de calidad, auditorias internas de
calidad, adiestramiento y servicios. Este sistema ISO 9000 apoya la
competitividad, mas aun en un momento en que los estándares de calidad han
comenzado a tener repercusiones en el mercado internacional.
Consideramos los servicios de consultoría
externa como otro recurso disponible para la industria local, la cual por la
escasez de recursos económicos no puede sufragar los costos que conlleva este
tipo de consultoría de forma interna. Su objetivo es el orientar sobre como
alcanzar una posición competitiva en el mercado a nivel mundial. Se mejoran
aspectos de funcionamiento operacional, sistemas de información, calidad de los
recursos tecnológicos y humanos etc. para así alcanzar el nivel de
competitividad deseado.
Una de las áreas a la que se le debe dedicar
más esfuerzos para mejorar nuestra ventaja competitiva a nivel mundial es la
adopción de un estilo de gerencia participativa a través de una política de
puertas abiertas. Nos referimos a un estilo y a una cultura organizacional. Las
industrias se deben auto‑identificar como organizaciones donde se
practiquen estas políticas; donde este estilo sea parte de su cultura
corporativa. La gerencia deberá considerar esta técnica como una manera de
demostrar una actitud positiva hacia la comunicación con sus asociados. Las
firmas deberán tomar la dirección del cambio hacia el éxito. La practica correcta
de la gerencia participativa es y será una ventaja competitiva que conlleva un
cambio radical de las culturas organizacionales que son antiguas, conservadoras
y procastinadoras.
Se puede llevar a cabo esta practica
reconociendo al empleado como parte integral de la empresa. En otras palabras,
no habrá más empleados sino "asociados".65 Este recurso
indispensable en el sistema merecerá respeto y una participación mayor en las
decisiones de la empresa. El llamar "asociado" a un antiguo empleado
conlleva una responsabilidad de grandes proporciones, por lo que la firma tiene
que estar preparada para este evento. Una organización que practica la política
de puertas abiertas acepta los errores, los comparte, y les busca soluciones;
identifica problemas para buscar soluciones y exige disciplina, compromiso e
identificación de todos los asociados, logrando así su máxima productividad.
Sin embargo, las empresas deberán seguir
evolucionando sus técnicas gerenciales adoptando practicas nuevas como lo es
por ejemplo el concepto de apoderamiento (empowered teams). Cuando hablamos de
apoderamiento nos referimos al proceso de capacitar y educar a la gente para
que puedan potencialmente estar calificados para lograr una alta calidad,
reducir los ciclos de tiempo de todo trabajo, reducir costos operacionales y
obrar responsablemente.66 Envuelve el
canalizar hacia abajo en la organización (mayor descentralización), una toma
efectiva de decisiones y el manejo de la información relacionada a las
condiciones de trabajo y a otros procesos organizacionales de forma tal que se
logre desarrollar un compromiso. Significa evitar la trampa en la otorgación de
responsabilidad sin autoridad.
Al canalizarse esta toma de decisiones, la
solución de problemas, la planificación operacional, la fijación de metas y los
calendarios de objetivos, la organización aumentara la sinergia, calidad,
efectividad y el compromiso de su gente. Por medio de este apoderamiento los
recursos humanos se harán dignos de confianza, responsabilidad, autoridad, y
serán capaces de ejecutar ciertos riesgos, de desarrollar multidestrezas y
flexibilidad, de comunicarse efectivamente y de desarrollar objetivos
individuales y en equipo. Los "asociados" serán también merecedores
de mejores adiestramientos, educación, reconocimientos y beneficios
adicionales. Byham, Willings & Wilson, autores del libro Empowered Teams,
señalan que los equipos proveen a las organizaciones una forma viable de
aumentar el poder y la pertenencia en el trabajo que no esta disponible en los trabajos
individuales.67 Entre estos
beneficios del trabajo en equipo en las empresas se encuentran el aumento en la
productividad y calidad, reducción de costos y triplicación en los índices de
servicios al consumidor.
Entre otras posibles medidas para el logro de
una ventaja competitiva encontramos la creación de incentivos para el
establecimiento de nuevas industrias, mejorando la productividad, eficiencia y
calidad del producto, a través de innovaciones tecnológicas, la implantación de
nuevos sistemas y la producción de artículos donde la posibilidad de competir
sea mayor y genere una ventaja.
Las nuevas tecnologías, cuyas fuentes se
encuentran alrededor del mundo, son cruciales para cada compañía en su lucha por
la supervivencia. Las nuevas estrategias y diseños en la manufactura son quizás
la forma más intensa de convertir esta tecnología en una ventaja. Esta ventaja
estará determinada por aquella estrategia y ejecución superior. Los gerentes
deberán asociar el conocimiento científico y técnico con las fortalezas
existentes en el área de ingeniería, mercadeo, recursos humanos y producción.
Esto lo llevara a seleccionar las mejores alternativas en la búsqueda de nuevas
tecnologías para desarrollo. Los gerentes deberán conocer el valor y las
ventajas de los procesos y métodos de su propia compañía. Igualmente deberán
saber como entrelazar las capacidades de potencial técnico con las
oportunidades para servir a las necesidades del consumidor.
La diferencia entre el éxito y el fracaso no
esta determinado por cuanto gasta la compañía en Investigación y Desarrollo (R
& D) sino en como este es definido por las compañías.68 Es decir, las compañías pueden optar por
invertir en programas de investigación y desarrollo que reemplacen toda la
tecnología pasada o existente (enfoque de reemplazamiento) o por una
combinación de las tecnologías existentes para la formación de tecnologías
híbridas (enfoque de fusión tecnológica). La primera de ellas es una estrategia
dirigida a la sustitución tecnológica mientras que la fusión tecnológica es por
su parte complementaria y cooperativa. Esta ultima mezcla aquellas mejoras
técnicas llevadas a cabo previamente en diferentes campos de la tecnología en
la creación de productos nuevos que han revolucionado los mercados.
La tecnología no puede separarse de la
estrategia. En la implantación de una tecnología flexible en la manufactura,
los gerentes deberán entender el funcionamiento del equipo y la tecnología de
comunicaciones y control.69 Deben comprometerse a
desarrollar nuevas estrategias de mercado y una cultura organizacional que vaya
a la par con las ventajas de este sistema de manufactura flexible. Una vez
integrada la fuerza de la tecnología en el contexto de la competencia mundial, el
análisis final consistirá en la integración de la imaginación humana.
Por su parte el considerar el establecimiento
de alianzas estratégicas llevara a las compañías a aumentar sus destrezas y
tecnología a través de la cooperación.70 Algunas razones que llevan a las empresas a unirse en alianzas
estratégicas son: los altos costos en el desarrollo de nuevos productos y la
penetración a nuevos mercados, siendo el factor tiempo un elemento crucial.
Esto permitirá a las compañías mejorar su eficiencia en la producción y en los
controles de calidad. El punto más importante para ambas partes no es que
funcionen en armonía sino que la compañía que emerja de una alianza estratégica
sea más competitiva que cuando entro a formar parte de la misma.
El éxito de la alianza dependerá de la
contribución de sus socios en áreas especificas como investigación, destrezas
en el desarrollo de productos, capacidad manufacturera y el acceso a canales de
distribución. El objetivo principal es compartir las destrezas suficientes para
crear ventajas en contra de las compañías que están fuera de la alianza. Es
necesario que las compañías identifiquen las destrezas y tecnologías a
transferirse y que desarrollen defensas contra el intercambio de información.
Aunque el aprendizaje ocurre principalmente
en los niveles bajos de la alianza, la alta gerencia deberá también
comprometerse con el aumento de las destrezas de su compañía. Es vital que los
empleados estén bien informados sobre las fortalezas y debilidades de los
socios y que puedan adquirir las destrezas particulares que reforzarán la
posición competitiva de su compañía. La competencia dependerá del desarrollo de
nuevas capacidades y de su habilidad para ganar las batallas de nuevos
productos y tecnología.
En la industria se deben desarrollar
mentalidades estratégicas entre gerentes y personal directo para crear
operaciones eficientes en la empresa. La búsqueda de un mejor mercado de
exportación y el fortalecimiento de nuevas estrategias de mercadeo ayudaran a
que nuestra industria este en condiciones optimas de competencia a la par con
los adelantos en los procesos técnicos de innovación. De esta manera la empresa
podrá lidiar con el aumento de precios por los costos de producción.
Las empresas manufactureras de la Isla
deberán optar por un programa de mercadeo con éxito que envuelva no solo
estrategias centradas en el cliente y en la distribución sino estrategias
centradas en la competencia. Según Michael Porter, autor del libro Competitive
Strategy & Competitive Advantage , las tres estrategias genéricas
claves para el logro de una ventaja competitiva son: el establecimiento de
nicho, liderato en costos y diferenciación.71 Estas deberán ser trasladadas a un nivel de mercadeo funcional como
bajos precios, diferenciación de productos y segmentación de mercados. Las
organizaciones podrán beneficiarse de estas estrategias de mercadeo cooperativo
como de las estrategias de mercadeo estrictamente competitivas.72 Entre los niveles funcionales de mercadeo
cooperativo se
pueden considerar, los siguientes:
(A) La fusión de intereses similares en los recursos y en los riesgos
como propósito de minimizar la competencia de las grandes firmas.
(B) El intercambio de diferentes recursos de mercadeo como lo son la
información de mercadeo sobre los compradores y competidores, el acceso a
importadores extranjeros y exportadores como socios, a canales de distribución,
clientes y productos de consumo cuando uno o el otro tenga problemas con la
demanda, a influencias políticas para fomentar un intercambio extranjero mutuo
etc.
Podemos ampliar en este punto estableciendo lo siguiente:
(C) Expandir la demanda total primaria del consumidor. Parte de la
motivación para la industria de productos tecnológicos es que la falta de
estándares puede retrasar la demanda total, manufacturándose una gran cantidad
de "productos" incompatibles. Cuando una industria esta de acuerdo
con los estándares de un producto es más fácil que la demanda del consumidor
aumente porque es menos incierta. La publicidad deberá dirigirse a la categoría
y no a la marca.
(D) Aumentar el numero de jugadores en el mercadeo cooperativo.
Mientras más miembros practiquen esta estrategia, más recursos podrán
ser aportados y los costos se verán reducidos.
(E) Implantar planes conjuntos de contingencia que ayuden a resolver
los precios excesivos y problemas de la fluctuación en las ganancias. Si las
fluctuaciones no ocurren, el plan de contingencia no podrá ser implantado.
Como estrategias adicionales de mercadeo la
empresa puede optar por mejorar la capacidad de precios. Los competidores
eficientes valoran la sensitividad en precios a incurren en costos para servir
a segmentos de consumidores en especifico, ajustando esos precios para proteger
a los segmentos de los jugadores con costos más bajos. Otra alternativa lo será
la reducción de costos estructurales y el cambio hacia nuevas formas de
diferenciación de servicios. Debe haber una búsqueda especifica de consumidores
enfatizando niveles de servicios que no estén disponibles en ninguna parte o
que lo están pero a un precio relativamente alto. En adición a esto, el gerente
deberá identificar nuevos enfoques y formas para medir el desempeño del
servicio y para desarrollar nuevos rasgos de su producto de tal manera que
genere una demanda por los mismos.
Todas estas estrategias presentan una alternativa
para que nuestras empresas manufactureras puedan it a la búsqueda de una
ventaja competitiva global, no como parte de una compañía matriz sino como una
empresa puramente puertorriqueña. Históricamente Puerto Rico ha sido una
economía pequeña y abierta al comercio exterior. Durante el siglo XIX el
comercio exterior fue el elemento clave para la transición de una agricultura
comercial y moderna para los estándares de la época. De igual forma, la
transformación industrial de la Isla durante la segunda mitad del siglo XX ha
estado íntimamente ligada a la apertura de la economía local hacia el comercio
con el resto del mundo.
Durante la década de 1950, Puerto Rico fue
uno de los países pioneros en adoptar una estrategia de desarrollo económico
orientada hacia el exterior, en la cual se destacaba la importancia clave de la
producción para mercados externos. Se desarrollo en el país a lo largo de
varias décadas una industria manufacturera de exportación, mientras que en la
mayoría de los países en América Latina y en otras regiones del mundo se optaba
por estrategias orientadas hacia el mercado interno. Esto fundamentado en
restricciones al comercio internacional, particularmente en lo relacionado a
las importaciones.
En la ultima década la experiencia experimentada
por muchos países ha llevado a una visión más amplia hacia estrategias
dirigidas hacia el exterior (exportaciones). Como resultado, entre los países
en vías de desarrollo es común el exaltar las ventajas del comercio exterior
como apoyo indispensable para el desarrollo económico. En Puerto Rico la mayor
parte de las actividades comerciales surgen de subsidiarias de corporaciones de
Estados Unidos, las cuales a su vez se encargan de la producción para los
mercados de las casas matrices. Queda entonces aun por desarrollar un sector
empresarial local con demostrada capacidad para competir en los mercados
internacionales.
El crecimiento y el desarrollo de las
empresas locales, la promoción de las exportaciones y un avance a la
incorporación de nuestra economía a la economía internacional deberán ser
objetivos primarios. Estos objetivos requerirán de la implantación de una
política de comercio exterior. Para que esa política comercial tenga éxito no
puede basarse única y exclusivamente en incentivos o subsidios. Estos por si
solos tienden a crear dependencia y vulnerabilidad y resultan contraproducentes
a largo plazo. Por lo tanto esa política deberá fundamentarse en la
competitividad de las empresas y sus productos y en la provisión eficiente,
ágil y creativa de todos los servicios relacionados con el mercado
internacional.
Se debe estimular al máximo el intercambio
con Estados Unidos y el resto del mundo como un medio eficaz a indispensable
para propiciar el desarrollo de un sector empresarial local moderno, eficiente
y competitivo. Se deberán identificar y promover alianzas estratégicas entre
las empresas del país y empresas del exterior. Estas alianzas facilitaran la
transferencia de tecnologías y e1 intercambio de información sobre mercados,
entre otras cosas. Las demás áreas mencionadas anteriormente podrán ser
dirigidas también hacia el apoyo del mercadeo Para el acceso a las nuevas
tecnologías, y hacia el mejoramiento de las técnicas gerenciales.
Se deberá promover un mayor desarrollo de las
exportaciones de servicios más allá de los servicios tradicionales de
transportación y de turismo. En las áreas de informática, telecomunicaciones,
servicios
médicos y educativos, servicios financieros, etc. Puerto Rico puede y
deberá incursionar en los mercados internacionales; esto empezando por el
Caribe. Todos estos esfuerzos por incrementar el volumen y por mejorar el
perfil del comercio exterior del país, deberán ir enfocados a darle una
atención especial a la necesidad de incorporar cada vez más a los empresarios
locales en la actividad internacional.
Sin embargo, es necesario Para el logro de
estos objetivos el desarrollo de gerentes con una visión global. Estos deberán
ir encaminados a la construcción de una nueva empresa competitiva ‑ una organización
que combine la escala global y la tecnología de clase mundial con raíces
profundas en los mercados locales. Es decir, el gerente global deberá ir
dirigido a satisfacer unas economías de escala y unas tecnologías centrales,
esto sin erosionar en ningún momento la presencia y la sensibilidad del mercado
local.
Es un hecho el que la responsabilidad del
gerente de negocios global deberá ir dirigida hacia la distribución de los
activos y recursos cruciales a trav6s de una estrategia integrada. Estas
estrategias deberán ir coordinadas y sincronizadas para poder lograr una
eficiencia y competitividad global, una flexibilidad y sensibilidad a nivel
nacional y una capacidad para manejar el aprendizaje por medio del mercado en
una base mundial. De esta forma se optimizara la industria en términos de unos
estándares de costo y calidad, y creando una cultura organizacional de
confianza y comunicación.
Son muchas las estrategias y las medidas que
las empresas locales pueden diseñar para mantener una estructura competitiva,
aun y cuando la sección 936 desaparezca de la Isla y nuestras empresas
manufactureras se vean obligadas a pagar altas contribuciones al gobierno
federal. Las empresas que opten por permanecer en Puerto Rico deberán
considerar a1gunas de las estrategias presentadas en este estudio para poder
sobrevivir local y globalmente. Si unimos esto a la gran riqueza de nuestra
fuerza laboral y a su capacidad productiva nuestras industrias no tendrán que
abandonar la Isla sino que por el contrario podrán verse favorecidas en muchas
formas de esta posible situación.
Es tiempo de que dejemos de visualizar a la sección 936 como un instrumento único para el desarrollo económico de nuestro país. Ahora bien, si debemos reconocer y respetar su aportación al pueblo de Puerto Rico y el impacto que tendría su posible eliminación en el sector industrial manufacturero, especialmente por su efecto en el número de empleos en la Isla. Es por eso responsabilidad de todos como empresarios y gerentes ofrecer alternativas a este problema. Las empresas deberán ir considerando la idea de una reestructuración organizacional, presentando alternativas ante esta situación y estableciendo propuestas en sus diferentes áreas para así logra un clima industrial y de inversión favorable.
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39 Baltasar Corrada, Puerto Rico and the Section 936 Tax Incentives (Washington: U.S. Government Printing Office, 1983).
40 Miguel Hernández, Puerto Rico and the Section 936 Tax Incentives (Washington: U.S. Government Printing Office, 1983).
41 Rafael De Jesús, Historia Económica de Puerto Rico (Cincinnati: South‑Western Publishing Company, 1982).
42 Ibid.
43 Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Presupuesto 1987‑88, (San Juan: Oficina de Presupuesto y Gerencia, 1987).
44 Junta de Planificación de Puerto Rico, Informe Económico al Gobernador (San Juan: Consejo de Planificación Estratégica de la Empresa Privada, 1987).
45 Agustín Ayuso, The Transmission of Fluctuations from the Continental United States to Puerto Rico: A Manufacturing Microeconomic Approach with Weakly‑Specified Lag Distribution (Minnesota: University of Minnesota Press, 1982).
46 Stuart M. Butler, Privatizing Federal Spending: A Strategw to Eliminate thg Deficil (New York: Universe Books, 1985).
47 Estudios Técnicos, Inc. , The Impact of Section 936 (Puerto Rico: Wharton Econometric Forecasting Associates & Touch‑Ross and Company, 1989).
48 Ibid.
49 Robert R. Nathan Associates, Inc. (RRNA), Section 936: An Economic Development in Puerto Rico (Washington D.C.: US Government Printing Office, 1987).
50 Administración de Fomento Económico, Preguntas ,Y Respuestas sobre el Financiamiento 936 en la Cuenca del Caribe (San Juan, Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1991).
51 Blanca Mera, Report on the Present Status gf Swign 936 ( San Juan: Commonwealth of Puerto Rico Economic Development Administration, 1986).
52 Price Waterhouse, Benefits and Costs (Washington D.C.: P.R. USA Foundation, 1991).
53 Asociación Industriales de Puerto Rico, " Todo lo que Usted Debe Saber sobre las 936," Suplemento Comercial Periódico QI Nuevo Día, 23 de agosto de 1991, S‑58.
54 Norman B. Ture, Measuring the Benefits and Costs of Section 936 (N.p.: Institute for Research on the Economics of Taxation, 1985).
55 Price Waterhouse, Benefits and Costs (Washington D.C.: P.R. USA Foundation, 1991).
56 Ibid.
57 Robert R. Nathan Associates Inc. (RRNA), Section 936 & the Economic Developin Puerto Rico (Washington D.C.:US Government Printing Office, 1987).
58 Price Waterhouse, loc. cit.
59 Price Waterhouse, Benefits and Costs ,(Washington D.C.: P.R. USA Foundation, 1991).
60 Robert R. Nathan Associates, Inc. (RRNA), A Profile of the Puerto Rico Financial System (Washington D.C.: US Government Printing Office, 1989).
61 Securities Industry Association of Puerto Rico, Political Status of Puerto Rico (Washington D.C.: US Government Printing Office, 1989).
62 Héctor Jiménez, "No Podemos Quedamos Cruzados de Brazos," Suplemento Especial Periódico El Vocero, 24 de agosto de 1990, S‑18.
63 George W. Plossl, Control de la Producción y del Inventario: Teoría y Práctica (México: Editorial Diana, 1981).
64 D.W. Maguardt, "ISO 9000: An Universal Standard of Quality," Management Review, January 1992, 50.
65 Lic. Dennis Román, Entrevista Personal, 20 de noviembre de 1992. 66 William C. Byhem et al., Empowered Teams (San Francisco: Jossey‑Bess Publishing, 1991).
67 Ibid.
68 Fumio Kodama, "Technology Fusion and the New R&D," Harvard Business Review, Julio‑ Agosto 1992. 69 Kim B. Clark, "What Strategy can do for Technology," Harvard Business Review, Noviembre‑Diciembre 1989, 94.
70 Yves L. Doz et al., "Colabore con sus Competidores," Harvard Business Review, 1989.
71 Michael Porter, Competitive Advantage (New York: Mac Millan Inc., 1980).
72 Richard P. Nielsen, "Cooperative Strategy in Marketing," Business Horizons, Julio-Agosto 1987, 61.